Una cruel realidad

Logan

5 años después

Pongo la mano en el despertador que no deja de sonar, de nuevo puede dormir hasta la madrugada las pesadillas no dejan de atormentarme. Giro mi cabeza y una mujer pelinegra duerme plácidamente. Me pongo de pie ya que tengo hoy una junta muy importante. Abrí las persianas de mi enorme apartamento, caminé rumbo al baño y dejé que el agua caliente relajara mis músculos. Al salir del baño mi cuerpo en una toalla buscando mi teléfono que no deja de sonar, pongo mis ojos en blanco de nuevo es mi papá.

—Me imagino que ya despertaste —dice bastante enojado. 

—Buen día papá, yo estoy bien ¿Y tu cómo estás? —Sonreí, mientras agarraba el periódico, supuse que me estaba llamando para lo mismo que mis ojos estaban observando en este momento.

—¿Otra vez Logan? ¿Cuándo vas a sentar cabeza? —Hice una mueca de desagrado por esa foto que me sacaron—. Me imagino que estás viendo es el periódico, no puedo creer que no te des cuenta que puedes afectar tu revista y mi empresa, que al fin y al cabo también es tuya —dice derrotado.

—Papá, deja el drama. Sabes a la perfección que no puedo llevar mi vida privada como un secreto. Siempre va a haber alguien que inventara cosas, relájate que esa noticia será bajada de inmediato. Pasaré para saludarte por tu empresa en la tarde luego de la reunión, adiós. —Colgué la llamada, esto es algo muy frecuente así que no me preocupo.

Observó el periódico en mis manos, esta vez una foto totalmente desagradable pusieron de portada, en verdad no entiendo esas ganas que tienen de tener un enemigo como yo, leo la nota generando gracia en mi "El millonario y dueño de la revista Star Life, de nuevo es captado con una mujer diferente. ¿Cuándo lo veremos llegando al altar? Por lo visto el soltero más codiciado de la ciudad no nos va a dar el placer de verlo dando el sí, mientras tanto, seguimos viendo el desfile de mujeres pasando por sus brazos" tomó el teléfono en mi manos y llamo a Eleonor.

—Logan, voy llegando a la oficina. ¿Viste la nota? —niego con mi cabeza. 

—Por eso te llamo, te vas a encargar que la persona que escribió eso, no vuelva a escribir una nota sobre mí, ¿Entendiste? 

—Deberías tener más cuidado con tu vida privada.

—Mira, sabes a la perfección que eso no me importa. Únicamente lo hago por mi padre. 

—Esta bien, por favor no olvides que tenemos una junta muy importante hoy. —Ella termina la llamada y voy hasta la cocina a servirme un café. Eleanor es muy eficiente, creo que no me equivoqué cuando le di el puesto de mi secretaria, aunque en realidad es más como mi asistente personal. Es la única que me trata con confianza, es la única persona de la oficina que sabe de mi pasado y lo respeta. La verdad admiro su capacidad para aguantarme, podría considerarla como una confidente para mi. 

Me siento para tomarme mi café junto con una tostada, escucho como alguien se aproxima a mí para luego sentir sus manos en mi espalda. 

—No me fijé a que horas despertaste, vamos de nuevo a la cama —susurra en mi oido. Solté una risa.

—Te dije que esto solo era de una noche, no me gusta repetir con nadie y tú no eres la excepción. —Ella cruza sus brazos y luego se sienta de forma coqueta frente a mí. 

—Yo se lo que te gusta, —dejó el vaso sobre la mesa y me pongo de pie—. Puedo mostrarte que podría llegar a ser la excepción a la regla.

—No te creas tan importante, no eres la primera que me ha dicho eso, así que vístete, toma tus cosas y te vas de mi apartamento —dije caminando hasta mi habitación dejándola allí sola.

No comprendo que necesidad tienen de querer meterse en mi vida, otra más que es tachada de la lista. Me pongo una de mis habituales trajes, observó en el espejo mi reflejo, mis ojos color café se marcan llenos de ojeras por dormir tan tarde, mi rostro perfilado, mis labios delgados y mi cuerpo alto y marcado, son el delirio de las mujeres. Cada vez que veo una nota provoca una risa en mí, ¿Qué tan difícil es para la sociedad ver a un hombre soltero a esta edad? Es obvio que la mayoría de mujeres están tras el estatus y el dinero. 

Al salir de la habitación, noto que ya no está ella, mucho mejor así no me gusta que se hagan ilusiones. Saludo a Frank, mi chofer. Él solo asiente con su cabeza para luego manejar hasta las instalaciones de la oficina. 

Me encargué de formar un imperio en los últimos años, soy el director de una de las revistas más reconocidas de Canadá, es variada y moderna. También tengo una fundación que apoya a los jovenes deportistas de bajos recursos. Mi vida está completamente resuelta,  mi abuelo quería que me hiciera cargo de la empresa de la familia, pero no soy la persona que le gusta dejarse dominar, me gusta escribir y poderle dar al mundo diferentes tipos de noticias que ayuden a alegrar un poco su vida miserable, porque en el fondo todos tenemos un fantasma que no nos deja seguir.

Nos aproximamos a las instalaciones, la fachada de madera y vidrio me recibio, puedo decir con orgullo que amo lo que hago. Frank se queda en su puesto mientras bajo y entro por recepción, todas las personas que encuentro en mi camino, me saludan con respeto, bajan su mirada y continúan con sus funciones. 

Al llegar a la sala de juntas, todos mis colaboradores más importantes están sentados, me ubico al frente y con mi mirada ordeno que comiencen con la presentación. En este lugar, soy una persona fría, no me gusta pretender que los demás piensen lo contrario, me gusta que cada uno tome su lugar así evitamos malos entendidos. Algunos escritores lanzan las propuestas para esta semana, cruzo mis brazos al ver que no tienen cerebro para lanzar cosas nuevas, tan solo imitan a la competencia. Al terminar, con gran incógnita me observan, esperando en mí una aprobación. Miró a Eleonor y le hago señas, ella solo negó con su cabeza.

—¿Me imagino que todos ustedes están acá por su gran talento? —la sala se llenó de silencio—. En ese orden de ideas, me imagino que todos tienen la capacidad de poder escribir una nota que llame la atención. No me gusta ser la segunda opción de los lectores, quiero que cuando alguien compré una revista o simplemente la busque por internet, seamos la primera opción que tengan y realmente la única. —Me pongo de pie, esto realmente me pone de mal humor—. Entonces para que esto suceda, necesitas personal plenamente capacitado y adecuado para esto, si no tengo una nota que llame la atención en mi escritorio a más tardar en dos horas, pueden despedirse de este lugar. —Les di una sonrisa mientras veía sus rostros llenos de pánico. Todos respondieron a la vez y se pusieron de pie. Se levantaron de sus sillas para luego salir de la sala de juntas. 

—Jefe, creo que fue muy duro —Eleonor habla mientras se levanta. 

—No es así, solo estoy enseñando  que sean eficientes. Necesito que contrates un escritor más, nos hace falta alguien nuevo, así se da cuenta todos estos que no son indispensables y que en cualquier momento me puedo deshacer de ellos. —La mire y ella asintió para tomar nota. 

Me puse de pie y fui hasta mi oficina, tenía mucho trabajo para hoy y lo peor fue que me comprometí para ir a la oficina de mi papá. No es muy lejos de acá, estamos relativamente cerca por petición suya. Levanto mi mirada cuando observó la puerta, allí está Ruby con su sensual vestido color blanco, su cabello rojizo hoy está recogido. 

—Tu abuelo me invitó a cenar hoy —murmura, para luego entrar y cerrar la puerta. 

—No puedo creer el atrevimiento de ese hombre por querer tomar decisiones en mi vida. 

—No te ofendas, solamente debemos seguirle el juego y ya —dice coquetamente, cierra las persianas y camina lenta y coquetamente hacia mí—. Esa corbata color turquesa te queda perfecta. —Baja mi computadora y se hace sobre la mesa.

Ruby es la hija de una amiga de mi papá, al igual que nosotros tiene una gran cantidad de dinero, solo que a ella no le gusta depender de su familia. Trabaja conmigo desde hace tres años, no solo es la encargada de relaciones públicas, sino que también tiene acciones en este lugar. A mi abuelo se le metió la idea de que debía casarme con ella. Según él, eso generaría una gran unión en las empresas y en la familia.

—Te aviso que no deberíamos ir a esa cena. No creo que quieras escuchar de nuevo las palabras de mi abuelo, te invito a mi apartamento y nos tomamos unas copas. —Ella sonríe.

—Pienso que deberíamos ir, luego de cenar nos iríamos a tu apartamento solos los dos. Entiende que solo quieren verte feliz, eres demasiado guapo para que sigas soltero, no tengo ningún problema con sacrificarme y ser quien te quite la soltería. —Ella me da un beso apasionado, paso mis manos por su espalda, me detengo para luego bajarla de la mesa.

—Tenemos que trabajar, en dos días es el lanzamiento de una nueva versión de la revista, no podemos perder más el tiempo. Sí vas a ir a casa de mi abuelo, bien por ti pero no pienso ceder ante sus chantajes. 

—Logan no puedes seguir viviendo así, cada semana apareces en las noticias, entiende que no solo tu reputación se ve afectada, también la reputación de este lugar. Así que tengo que llevarte a rastras donde tu abuelo hoy lo voy a hacer. Entiende que te quiero ver bien, si me lo permites, puedo hacerte feliz. —Suelto una sonora carcajada.

—La felicidad es subjetiva, no me interesa enamorarme, lo único que quiero es seguir viviendo mi vida así. No deberías dejarte llevar por las habladurías de mi familia. —Fruncí mi ceño—. Esta plática se acabó.

—No seas cerrado, solo déjate amar. —Somos interrumpidos cuando Eleonor toca la puerta.

—Señor su abuelo está afuera. —Ruby se acomoda sobre una silla, como si fuera la mujer más decente del mundo. 

Mi abuelo entra generando miedo a primera vista, no obstante, su rostro se transforma cuando la ve. Le da una sonrisa y un abrazo, luego me mira y lanzó el periódico sobre la mesa. 

—Es la última oportunidad que te doy, si no te comprometes con alguien que te saque de ese mundo loco en el que vives, te aseguro que me encargaré de destruir este lugar. —Nos mira para luego salir.

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