Capítulo 59
Dora Zabaleta Fernández
Estando en el departamento de Rodrigo, me sentía feliz después de hacer de él lo que me diera mi gana. Le gustara o no, él estaba y seguiría estando en mis manos hasta que a mí se me diera la gana y de eso me iba a seguir encargando yo. Ya había jugado bien todas mis cartas, al haber presentado a su esposa con su amante respectivamente. Algo me faltaba y lo iba a solucionar esta misma noche.
–Rodrigo, vamos a tomarnos un trago para sellar que ya estamos en paz – le propuse – No me vas a hacer el feo.
Rodrigo no se imaginaba que era lo que había preparado para él, no iba a estar conforme hasta que consiguiera lo que quería, en definitiva, esa iba a ser la cereza del pastel.
–Dora, no tengo ganas de estar contigo y menos después de esta plática o como le quieras llamar. Vete, por favor.
Ahora los patos les tiraban a las escopetas, estoy dispuesta a que él baje la guardia, de aquí yo no iba a salir sin estar satisfecha, este hombre me gustaba y mucho y