Felipe se quedó sin habla. Fue entonces cuando se dio cuenta de por qué Clara le había llamado. Era algo muy grave, había obtenido suficientes pruebas antes de vengarse y ella no tendría nada que decir a cambio. Clara continuó hablando.
—Emilia es la autora intelectual. ¿Deberíamos arrestarla para un juicio?
La expresión de Felipe para con Emilia era sombría, frunció el ceño y miró a Emilia. —Ella se estremeció de miedo. Nunca pensó que los hombres fueran tan poco fiables. No solo fracasaron en su misión, ¡sino que además la expusieron!— Sofía se levantó de repente y se puso delante de Emilia.
—Felipe, Emilia nunca haría una cosa así. No necesita dinero y le va bien en el trabajo. ¿Por qué causaría problemas a otra persona? Además, ella no es tonta. Si quiere dañar a esta mujer, no contrataría personalmente a gente para hacerlo. Quedaría expuesta con demasiada facilidad.
Mientras Sofía hablaba le dio un codazo secreto a Emilia, lanzándole una mirada. Esta recobró el sentido al ins