Brit no entendía nada, no comprendía, como de la noche a la mañana cambiaron de parecer con respecto a Daniel y su familia.
-“¿No se supone que su abuelo el señor Arthur, es tu amigo?” Cuestiono la chica.
-“¡Ya basta de preguntas niña!” Grito Margaret. “Haz lo que te pedimos sin cuestionar nada más. Esto es algo que hacemos por tu propio bien, sabemos que quieres a ese chico, pero esa relación no puede seguir”. Margaret se ahogo al hablar por el llanto, tenía mucho miedo de perder a su hija. Llevo su mano derecha hasta el pecho y fingió un poco de alteración en el corazón. Su objetivo era poner a su hija nerviosa y lo consiguió.
Brit se asusto al verla de esa manera. “¡Mamá, mamá! Respira, trata de tranquilizarte” pidió temerosa la chica.
-“Prométeme que te alejaras de ello