-Leo, ya sabes que hacer y no la defiendas, lo que hizo es innombrable. Suspende el viaje a Francia y llámame por cualquier cosa, estaremos con Alma hoy en el compromiso de su hermano- Enzo, cuelga el teléfono y su cara me dice que no es nada bueno lo que ha pasado.
-¿Problemas en el museo?
-Más que eso... Gibson hizo un show en la sala Dendur y hubo dos piezas que se dañaron.
-Mierda, ¿habrá visto algo anoche?
-Eso no tiene nada que ver, Alma. Ella es una egiptóloga consagrada, no puedo creer que haya intentado destruir su propio prestigio.
-Una mujer celosa puede hacer muchas cosas más.- respondo, encogiéndome de hombros.
-Pues, se acabó. Levantaré cargos y la despediré, lo que hizo es imperdonable.
-Tranquilo, mi miele. Respira hondo y cuenta hasta mil, ahora estoy yo aquí para apoyarte.
-Gracias. A propósito ¿Quién te llamaba?
-Ah, eran Dana y Val. ¿Puedes creer que esas dos locas apostaron respecto a nosotros?
-Valentina no cambia.
-Sí, ríete nomás, pero que vergüenza q