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Si al huir de ese lugar me hubiesen dicho que me encontraría con mi perfecto y sexi desconocido sería la guinda del pastel les habría dicho, eso solo pasa en las películas, peeeeeero, ¡Dios, Estoy junto a él en su auto rumbo al MET! es como la canción de Vicentico, es que con tan solo un momento me basta para confiar en él.

Enzo Di Rossi es una verdadera cajita de sorpresas, ahora entiendo por qué me conocía, pero me doy una cachetada mental de sólo pensar que podría haberlo googleado y lo habría reconocido, es que este hombre es Uff. ¡Un verdadero Adonis! Sus ojos azules como dos pozos me miran de reojo cada cuánto, es como si pensara que no estoy junto a él y su sonrisa ladina, aww, me tiene las revoluciones a mil. «Pero ¿qué dices Alma Scott?» ¿Qué quieres que te diga conciencia? El tipo está para rechuparse los dedos, no veo anillo en esas largas falanges y eso no sé por qué me tranquiliza y cuando me preguntó por qué confiaba en él de verdad que no tengo la más reprostitut