Totalmente desencajada volteo en dirección del sonido, abriendo mis ojos como platos al darme cuenta que, en efecto, allí estaba, no se trataba de un engaño de mi mente — ¿Qué hace aquí? — pregunto con el ceño fruncido.
— ¡Esa no es la cuestión! ¡Explíqueme! ¿Qué hacía con ese tipo? — inquiere alterado.
En ese momento. me doy cuenta por su aspecto, que ha bebido — ¡Esta borracho! ¡Déjeme en paz!— replico, haciendo hincapié en su estado.
— ¡NOOO! No pienso irme a ningún lado, ¿Por qué? ¿Por qué se besó con ese tipo? — continua reclamando y no doy crédito a lo que dice, el intachable profesor Leonel Serrano está protagonizando una aparente escena de celos, frente a mi residencia en medio de la noche.
— ¡C&