Ava Hills.

Disfrutamos de una cena en la mansión, Brad hablaba animado con mi padre y Selene permanecía en silencio mientras le lanzaba miradas a Brad.

Selene se cree que soy tonta, ella lo estaba tocando por debajo de la mesa.

La cara ruborizada de Brad lo dice todo, no me atrevo a hablar con él del asunto, no deseo parecer entrometida o peor que eso; una egoísta que no vive ni deja vivir.

Yo la mire y ella carraspeó.

—Disculpen, subiré a dormir temprano.

Ella dirigió una mirada traviesa a Brad y él se hizo el indiferente.

Mi padre estaba concentrado en devorar su platillo, yo traté de romper ese silencio incómodo para que mi ahora amigo no se sintiera mal.

—Brad, mañana iremos de paseo vamos a recorrer muchos lugares— Digo sin dar importancia a esas miradas.

—Ok, mi amor. Si me disculpan yo también me retiro a la habitación.

Me quedé con mi padre y él me miró de forma perspicaz.

—¿Qué ha pasado entre ustedes?, he notado a Brad un poco tenso. —Mi padre me analizó con la mirada.

Hice