De regreso en casa, me doy una merecida ducha y después de eso, me tiro sobre el sofá estirando todo mi cuerpo, luego tomo mi forma animal y me acurruco en una esquina del mueble, cierro los ojos, pero los pasos de alguien no me dejan dormir.
—Enserio Donna... ¿quieres dejar de hacer eso?
Resoplo con fuerza y abro uno de mis ojos, solo para ver a Rowan tomar asiento y mirarme con bastante seriedad; a veces... sino es que siempre, es todo un dolor de cabeza, me arrepiento de haber hecho el enlace con él, pero parece ser que esto es permanente. Vuelvo a cerrar mi ojo y me acomodo una vez más.
—Dejalo ¿Quieres? Esta discusión es absurda y un sin sentido, tu mejor que nadie lo sabes.
—¡Estoy consciente de ello! — Exclama furioso y resopla con fuerza. —Pero eso no quita que me enoje bastante— Pone sus manos sobre sus piernas y se levanta de un salto de su lugar. —En fin, te dejaré descansar, mañana hay mucho que hacer.
Siento como alguien me toma con cuidado entre sus brazos y me levan