192. Años de negligencia
Entonces, cuando todos ya estaban sentados en la mesa, pudieron apreciar mejor la comida que Cassy había preparado que era simple pero sustanciosa, ella hizo estofado de carne con verduras, pan fresco, y una bebida caliente que sabía a hierbas y especias que ninguno de ellos pudo identificar, pero que era reconfortante y energizante. Era justo lo que necesitaban después del viaje extenuante y las horas en el compartimento sofocante del dirigible que les quitó muchas energías.
—La comida está deliciosa —comentó Josephine, dirigiéndose hacia Cassy con gratitud genuina—. Has sido muy amable al preparar todo esto para nosotros.
Cassy se encogió de hombros, como si hacer comida para fugitivos fuera algo completamente rutinario en ella.
—Papá dice que las personas bien alimentadas son huéspedes más fáciles de manejar —respondió—. Además, necesitarán energía para lo que viene después. Quitar esos collares no es un proceso particularmente cómodo, especialmente si los han llevado durante mucho