Día extraño Parte 1

—¿Esto es todo?

La mujer de cabellos blancos terminaba de apilar varias hojas en el escritorio de su amigo sin dificultad, a diferencia de Hope, quien estaba tirado en el gran sofá casi dormido.

—¿Quieres más? —la respuesta había salido con sorpresa y cansancio.

—No sea llorón, en la academia hago más tramites. Solo no debes dejar acumular el trabajo.

—Si señora, prometo a partir de ahora estar al día con todo el papeleo.

Y con eso el demonio de ojos verdes se levantó de un brinco, tomando la postura de un soldado. Destiny se acercó con hostilidad, algo que hizo al chico moverse con rapidez para escapar del golpe de su exjefa.

—Idiota.

Ya pasaban de las cuatro de la madrugada y por supuesto que estaba cansada, sin embargo, ayudar a Hope le había permitido mantener la mente ocupada para no volver a pensar en lo que anteriormente le atormentaba. Por suerte quince minutos después de haber terminado, recibió la llamada de KC por lo que al cerrar la oficina salió directo a buscarla.

Muchos de los seres de la fiesta comenzaban a dejar el lugar tambaleándose por la cantidad de alcohol que debieron haber consumido, solo esperaba que la morena no viniera de la misma forma o le sería muy difícil al irse a la universidad horas más tarde.

Esperó cinco minutos más hasta que por fin pudo ver a su cachorra venir abrazada de un chico alto de cabello blanco y negro. Otras cuatro personas venían riendo de la misma forma, y también en parejas, pudo identificar las razas de los tres desconocidos sin esfuerzo, lo que le hizo gracia fue la familiaridad con la que KC se dejaba abrazar por aquel vampiro, parecía todo un cliché de novela juvenil, un Vampiro y una Loba, típico.

—¡Mamá! —gritó la loba mientras avanzaba hasta su posición. Ésta ni cuenta se había dado de lo comprometedora que era la escena entre el vampiro y ella, pero Destiny se encargaría de mostrárselo. Rápidamente con su teléfono tomó varias fotografías enfocando al grupo completa y luego a su hija.

—Veo que se divirtieron — dijo con una sonrisa de oreja a oreja —Y también veo caras nuevas.

Los chicos que la peliblanca no conocía se fueron presentando hasta llegar el turno de la Kitsune, quien la veía maravillada al reconocerla. Jade desde que se interesó por el mundo del modelaje investigó sobre los grandes modelos del medio, y por supuesto que Destiny estaba entre esos, siendo una de las pocas que era un ser sobrenatural. La de cabello naranja se presentó con total cortesía como si estuviera hablando con un profesor, algo que Destiny no le pareció extraño, a diferencia de los demás chicos quienes miraban a la kitsune como un bicho raro.

 —Jade, ¿Te sientes bien?

—¿A qué te refieres? Estoy mucho más sobria que tu

Todos a excepción de Merlín rieron por la respuesta de la chica. El mago había preguntado aquello con la intención de burlarse por el cambio de actitud de su amiga, pero le salió el tiro por la culata.

—Bueno, KC, querida es hora de irnos, ya es lo suficientemente tarde como para que puedas estar somnolienta durante las clases. —La peliblanca abrió la puerta del auto para entonces subir —¿Sus padres vienen por ustedes?

Algunos respondieron que sí, mientras que otros respondieron que se irían en sus propios vehículos.

La morena antes de subir al auto se despidió de todos menos de judas con quien había intercambiado una mirada algo intensa, seguida de una sonrisa que fue correspondida. ¿Desde cuándo estos dos habían pasado de la desconfianza a mirarse como si no quisieran separarse? Bueno, no se puede subestimar el poder de las treguas. El vampiro momentos antes había hecho muchas cosas para ganarse la confianza de la morena, algo que al principio a KC le incomodaba, pero al final terminó cediendo porque quería llevar la fiesta en paz, dado que Thomas y Meera se veían tan a gusto con Merlín y Jade que no quiso ser la única en desconfiar de aquel grupo solo por las riñas anteriores. Aunque no se había puesto a pensar que fue Judas quien evitó las peleas entre la kitsune y ella. Al final terminó por dejarse llevar y descubrió que el vampiro no era tan mala persona como creía.

Poco tiempo después de que KC se fuera, Meera se retiró con su padre y Thomas fue en busca de su camioneta. Una vez que los tres mayores se quedaron solos, Merlín y Jade miraron a Judas esperando que este diera algún tipo de explicación.

—¿Qué?

—Ahora finge demencia, esto si es insólito.

La Kitsune comenzó a caminar hacia el estacionamiento con los chicos detrás.

—¿Cuál es la sorpresa? Les dije que me la iba a ganar, y eso fue lo que pasó.

—Claro, pero sí que le pusiste empeño, hasta comencé a pensar que realmente te gusta y que no solo será una víctima más.

—No digas estupideces, Merlín — Judas sacó las llaves de su bolsillo y sin pensarlo subió del lado del piloto— Eso no volverá a pasar y si pasa, te doy mi permiso de quitarme la cabeza y prenderme fuego.

—Trato.

En todo el camino Judas pensaba en lo ocurrido esa noche y en su pequeña victoria con KC. Si bien no había pasado nada lo suficientemente relevante para los demás, para él era un gran avance que la chica haya bajado la guardia un poco. Se notaba lo estoica que era, además de lo desconfiada que al principio se había mostrado y más con Jade, por suerte él había quedado como el chico que no le gusta los conflictos. Pero entonces las palabras de Merlín no paraban de dar vueltas en su mente; … hasta comencé a pensar que realmente te gusta. Eso no podía ser posible, la atracción que sentía por la morena era meramente por ser lo sufrientemente bonita e interesante como para divertirse y listo, claro que no había nada más allá.

Por otro lado, la morena pensaba que algo estaba fallando en su olfato. Si bien al principio el chico no le daba confianza y la hostilidad eran unos de los olores que percibía en el vampiro, luego de dejar de lado aquella desconfianza todo fue distinto, pero solo porque ella había cedido, ¿qué estaba mal con su habilidad? No lo sabía, pero en ese momento estaba tan cansada que ni la ropa se cambió al tumbarse en la cama y caer completamente dormida, ya habría tiempo de pensar en ello.

Pronto las primeras luces del alba empezarían a colarse por la habitación de la morena, pero esto no sería suficiente para despertarla por lo que tuvo que ser su madre quien tomó el papel de despertador unas horas más tarde.

—¡Kya Clancy Dei Sanguinum! — la voz alta de la peliblanca solo hizo eco en la habitación pues tampoco fue lo suficiente para lograr su cometido. Destiny se acercó a la morena con el fin de quitarle la sabana de encima, pero al acercarse se encontró con una Kya con el entrecejo fruncido y sudando como si viviera en el desierto, cuando la habitación estaba lo suficientemente fresca como para cubrirse con una manta. —¿KC?

—Yo… los maté.

Esas palabras fueron suficientes para que la demonio temblara. Sin pensarlo, tomó a la morena por los hombros y la sacudió con brusquedad.

—¡Kya!

—¡No! ¿Qué… Mamá? —el corazón de la loba palpitaba a una velocidad incontrolable, miró a la demonio confusa y asustada al ver los hermosos ojos de su madre de un color distinto al café habitual, estos eran tan rojos como la sangre —¿Qué pasa?

—¡Me tenías preocupada! — la desesperación de la peliblanca era evidente, pero aun así la morena estaba muy confundida —¡Sudabas mucho y no despertabas!

Lo siguiente que sintió KC fue el abrazo de su madre y solo pudo corresponderle para tranquilizarla

—Hey, no sé por qué estaría así, pero no es nada grave, me siento perfectamente — bueno decir perfectamente era una completa mentira debido al dolor de cabeza que sentía por la cantidad de alcohol que había consumido horas antes, pero no tenía nada que ver con la preocupación de su madre —Tal vez tuve un mal sueño, realmente no recuerdo haber soñado algo en particular.

Destiny se había dado cuenta de que su acción estaba creando confusión en KC, por ello tenía que actuar como una madre mundana que realmente se asustaba por pensar en que realmente no despertaba, no era que no le preocupaba solo que su instinto le hizo actuar de una forma impropia de lo que KC estaba acostumbrada a ver de ella, como el cambio de color en sus ojos y en el crecimiento de sus uñas que por suerte KC no alcanzó a ver.

—Lo siento, apresúrate, voy servir el desayuno.

Y sin que la morena pudiera reaccionar, ya Destiny había cruzado la puerta de su habitación. KC no le dio más vueltas al asunto al notar la hora que era, corrió al baño para entonces arreglarse.

En el comedor, Destiny buscaba en su teléfono el número de un ser en particular que era parte de su agencia, marcó y esperó a que contestaran.

¿Destiny?

—Agony — la mujer en el teléfono entendió enseguida la razón de aquella llamada por el tono en que su amiga había pronunciado su nombre. Un largo suspiro fue la respuesta suficiente.

Tomemos un café en dos horas, ya sabes dónde.  

—Bien.

La corta llamada fue precisa, pues ambas sabían a la perfección lo que significaban cada gesto y tono en cada palabra, no necesitaban extenderse.

El desayuno con KC transcurrió como siempre. Destiny dejó de lado sus preocupaciones mientras la morena estaba presente para que esta no comenzara a peguntarle cosas que no estaba lista para responder.

—Entonces, un Morningstar.

—¿Por qué lo dices así? ¿conoces a su familia?

—KC, cariño, por supuesto que conozco a su familia, ellos son apadrinados por el mismísimo Lucifer.

La morena mantenía su taza de café junto a sus labios mientras miraba a su madre sin entender del todo sus palabras.

—¿Y?

Claro que KC no sabía lo importante que era que un demonio fuese llamado “padrino” en una familia. Ella venia de una manada, pero estaba tan pequeña que no recordaba su vida en aquel entonces.

Tenía entendido que muchas veces los demonios de altas jerarquías en el infierno se interesaban por familias o grupos de seres sobrenaturales en la tierra. Antes se debían a las guerras que tenían muchas criaturas como los Vampiros y hombres lobo. Los demonios daban apoyo con habilidades tanto destructivas como defensivas por lo que tener un buen “padrino” era crucial.

Gracias a la explicación de la mujer mayor, KC pudo comprender que la familia Morningstar estaba bien resguardada.

—Pero, según me dijo Judas, su familia se encargaban desde hace siglos de la medicina en el submundo. ¿Cómo es que alguien como Lucifer les mostraría apoyo si no se interesaban en los asuntos bélicos? 

—Oh KC, te hace falta estudiar sobre los demonios, y sobre todo de aquel ángel caído. — Destiny terminó el ultimo bocado en plato para entonces preceder con su taza de café — Lucifer vio en la Familia Morningstar lo que en esa época faltaba; cordura y compasión. Los aquelarres de Vampiros de sangre pura eran bastante despiadados en las guerras contra sus rivales, pero el aquelarre de donde salió la familia de tu amigo no era igual, ellos preferían ayudar con otras medidas, como nuevas formas de alimento para dañar menos a los humanos, curar a los heridos de otras razas que no contaban con la regeneración instantánea de un vampiro, incluso ayudaron a seres de bandos contrarios.

>>Dentro de sus territorios crearon un lugar neutral donde protegían a refugiados y cuidaban de los fugitivos de la guerra. Y todo gracias a que estaban bajo la protección del mismísimo Lucifer quien vio sus obras como desinteresadas y significativas para el cese de las guerras. <<

KC escuchaba cada palabra con máxima atención y asombrada se recostó en el espaldar de la silla. Como su madre decía, tenía que estudiar más sobre el submundo, específicamente sobre los demonios y las familias bajo la protección de estos.

—¿Cómo es que sabes todo esto?

Destiny dudó por unos segundos responder a aquella pregunta pues no era un pasado que quisiera revelar, pero tarde o temprano su hija se enteraría.

—En la época de las guerras yo fui un demonio de alta jerarquía, bueno, aun mantengo mi rango, pero nunca apadriné a nadie. Las guerras me parecían innecesarias y estúpidas por lo que me mantuve lejos de tantos conflictos por un tiempo, hasta que me vi obligada intervenir al ser reclutada en la legión de Lucifer.

—Espera, alto —KC se levantó de su asiento de un salto, algo que dejó estupefacta a Destiny —¿Fuiste parte de la legión de Lucifer? ¡Genial!

—Tonta, no es la gran cosa, además las guerras no tienen nada de geniales —Terminó la de cabellos blancos tras soltar un suspiro.

—¿Bromeas? Claro que es genial. No solo puedo presumir de tener una mama que es super modelo y cantante, sino que también es una guerrera de la legión de Lucifer

—Para aclarar, fui, tiempo pasado y tampoco es que quiero que me recuerden por eso, se discreta KC. Ahora vete, puedes llevarte el auto. — aventó las llaves del coche a la morena que, tras despedirse de forma muy amorosa, salió casi corriendo de la casa.

En las primeras horas de clases, solo conoció a una profesora, quien le daba tres clases y todas seguidas. Olivia Jones; una mujer delgada de larga cabellera negra con muy visibles reflejos violetas, cuya personalidad era bastante arrogante y gruñona, le gustaba lardear de sus premios en el arte de la fotografía y de lo mucho que la solicitaban. A la morena era obvio que no le cayó para nada bien, y estuvo a punto de ser expulsada del salón solo por llevarle la contraria en una de las explicaciones.

—Cariño, si estas tan segura de lo que dices y quieres dar la clase, ven aquí y toma mi lugar— el Hada estaba bastante irritada, sin embargo, no cayó en el juego de KC, por lo que disimuló bastante bien su descontento.

La morena no contestó y solo se limitó a cruzar sus brazos y fruncir el entrecejo, obteniendo la sonrisa triunfal de la profesora Olivia.

—Eso creí. Señorita Clancy, a la próxima mi paciencia no será la misma y me veré obligada a sacarla de mi aula de clase.

Y con eso las clases transcurrieron lo mas normal posible, aunque KC estaba bastante irritada.

En la hora de almuerzo se texteó con Meera y Thomas, quienes la esperaban en el comedor con sus respectivos alimentos.

—Mi profesora es una diva escapada de Hollywood. ¿Habrá escogido la carrera equivocada? — si la hamburguesa de doble carne que degustaba la loba fuese una persona ya se hubiera quejado por descargar su rabia en cada mordida —Se cree mejor que cualquier fotógrafo del mundo, y lo peor es que su trabajo no es malo, pero la humildad no le quita lo valiente.

—Eh, creo que ese dicho no va así

—Me da igual, Meera.

El espectro rodó los ojos por el tono en que su amiga estaba hablando.

—A ver, vamos a calmarnos, solo es tu primer día KC, claramente la vas a ver mas seguido, ¿Estarás así siempre que te de clases? —Thomas comía sus características verduras con pechuga de pollo, ese chico parecía estar en una dieta constante.

—Ya, ya, lo siento. Solo quería sacar un poco la molestia —tras respirar profundo, su semblante cambió a uno mucho mas relajado— ¿Aun tienen resaca? Tal vez mi molestia también se debe al ligero dolor de cabeza que tengo.

—No me sorprende, anoche fuiste una de las que más alcohol ingirió, ¿Cómo es que tu mama no te dijo nada al buscarte?

—Lo que si me sorprende es lo tolerante que eres, bebiste mucho y aun así podías caminar como si nada.

KC rascó su nuca y sonrió con nervosismo pues las respuestas a esas dudas implícitas eran bastante vergonzosas para ella. No siempre fue tolerante al alcohol, pero como empezó a beber a temprana edad podría decirse que todo se debía a la experiencia.

—Bueno, no es como si tuviese quince años, puedo hacer lo que me plazca con mi vida y mi madre lo sabe, por ende, los regaños están de más.

—A ver, que sí, todos estamos bastante grandes ya, pero siguen siendo nuestros padres, algunas cosas no cambian como sus preocupaciones por nuestro bienestar. —Estaba mas que claro que Thomas era un chico bastante sensible y amable, pero ahora KC pensaba que era un nene de mami que se mantuvo debajo del ala de su familia tanto tiempo que le ocultaron como era realmente el mundo.

—En fin, ¿No han visto a Judas y su combo? —La morena observó por todo el comedor a ver si podría encontrar a los antes mencionados, pero no se veían por allí cerca.

—No desde la mañana, y no se veía muy bien que digamos —comentó Meera.

—¿A qué te refieres?

—Tenia lentes oscuros, un tapabocas y la capucha de su suéter puesta, Merlín se burlaba de él, pero no le hacia caso — le respondió Thomas dado que había estado con Meera cuando se encontraron con los demás esa mañana.

—No sabía que los Vampiros también sufrían de resaca, es algo nuevo de ver. — la risa del espectro se escuchó con ligero eco característico de su voz, cosa que contagio a sus dos amigos en la mesa.

La conversación sobre cosas triviales continuó con tranquilidad. Tenia bastante tiempo antes de entrar a sus respectivas clases por lo que después de comer caminaron por el campus.

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