―¡Kunak! ―Huilén miró a su sobrino descolocada, ha salido de la nada solo para darle un puñetazo al pobre desdichado que nalgueó a Valentina.
―¿Qué? Ha tocado a la chica de mi tío. ―Se encogió de hombros después de aventar al tipo a la pelea. ―Esto es genial. ―Agrandó la sonrisa. ―Agradezco que mi