Las semanaa pasaron muy rápido, por lo que los fines de semana eran los días más esperado por Dante y Alexa.
- Vamos cariño, golpea más fuerte - Dante estaba en posición de combate, entrenando con Alexa, habían improvisado una lona en su departamento
- No tientes tu suerte Liane - Alexa estaba siendo blanda con él
- Conozco tus trucos Redall - Dante lanzó un golpe que Alexa esquivó sin problemas - vamos dame tu mejor golpe - cuando termina de decir eso, Alexa se da una vuelta a su contrario, barriendo a Dante y haciéndolo caer al piso, girando sobre él y sosteniendo su puño cerca de su rostro
- ¡Te dije que no tentaras tu suerte! - y lo besó, cosa que él aprovechó para abrazarla y hacerla girar por la lona
- Te deje hacerlo - ambos soltaron una risa, que fue interrumpida por el timbre del departamento
- ¿Esperas a alguien? - Alexa levantó su ceja
- No… pero sé quién puede ser… mi madre - le dio un suave beso y se puso de pie para ayudarla. Caminó hacia la puerta, efectivamente era Luc