20 años pasaron volando y para Dante pareciera que todo se detuvo en ese instante, cuando prometió a Alexa cuidar de los niños por si ella faltaba, una vez que volvió a dormirse, salió de la habitación, con el peso de esa promesa en su corazón y en su cuerpo.
Afuera lo esperaban todos, no supo como, ni quien lo sostuvo cuando cayó de rodillas y comenzó a llorar, miraba el piso, blanco, sus manos apoyadas en sus rodillas y como si todo se hubiera detenido, lloró como nunca lo habia hecho, lloró por la perdida de su padre, por la de su hermana y ahora, sentía que también perdía a Alexa, ese amor que le costó 20 años conquistar, 20 años de una linda espera. Dios, el Universo o quien fuera, no podia estar haciendole esto, era un buen hombre, siempre fue un buen hijo, buen hermano y un buen padre para Nicolas, porque asi se sentia y asi era y ahora que la felicidad estaba siendo completa, al destino se le ocurre jugar sucio.
Admiraba a Alexa en su esplendor, jamás dudó en como sacar adelan