Me despierto y Flavio me está mirando, en sus ojos puedo sentir amor y un brillo extraño.— Te despiertas feliz por lo que veo— digo sonriendo.— Por que lo soy, por quĂ© no deberĂa ser feliz si estoy con la mujer a la que amo y ayer ella me entrego su más preciado tesoro...— Me deja un suave beso sobre los labios, se levanta y se marcha desnudo al baño. La verdad es que vm gusta lo que veo...Hoy tendrĂ© que aceptar el baño, me siento pegajosa y sudada despuĂ©s de lo de anoche. Si lo pienso frĂamente no fue tan malo pero si doliĂł demasiado no sĂ© si le volverĂ© a dejar hacerlo no me gusta sentir dolor.Me levanto de la cama y siento una punzada de dolor ahĂ abajo, camino con dificultad, definitivamente no le dejarĂ© hacerlo más.— Alguien no puede caminar bien, por lo que veo— dice sonriendo desde la puerta del baño.— Todo es por tu culpa, si no hubieras hecho eso no habrĂa sentido dolor y podrĂa caminar con facilidad, ya no te dejarĂ© hacerlo nunca más— digo frunciendo el ceño.— No, ya
Me despiertan unos horribles sonidos, los reconocerĂa hasta en la lejanĂa, son ratas. Abro los ojos me miro los pies, están descalzos me duelen mucho los tobillos veo como tengo unos grilletes de los que sobresalen unas cadenas, noto como algo viscoso cubre mis pies, se que una parte es sangre pero no quiero saber quĂ© más estoy pisando. Me levanto con dificultad, toco las paredes para saber dĂłnde estoy, todo está sumido en la más profunda oscuridad, noto algo de metal esto debe de ser una puerta, me acerco más y veo un hilo de luz pasar por una rendija, sigo tanteando y caigo de golpe sobre algo blando, bueno por decir algo, creo que es un camastro... Definitivamente me han encerrado estoy cautiva pero quiĂ©n me ha hecho esto? Y lo peor de todo es que yo sola me he puesto en peligro.No se cuánto tiempo llevo aquĂ, no hay nada para orientarme, escucho una puerta de metal chirriar, no puedo ver nada entra demásiada luz, escucho unos pasos y alguien me lanza agua y un trozo de pan duro,
Salimos hace unos quince minutos estamos parados en la vereda del rĂo, no hemos hecho nada más que salir y ya nos encontramos con la primera piedra del camino.He mandado a uno de mis hombres para encontrar un paso seguro, no debe de tardar en regresar. Escucho un caballo acercarse a galope, cĂłmo suponĂa se trata de uno de mis hombres.— Señor acabo de ver pasar el carruaje de la Condesa, usted dijo que se dirigĂa palacio pero esa no era la direcciĂłn que tomo su cochero, igual ella ha caĂdo en una trampa.— No sĂ© pero no estoy tan seguro de ello y si ella no es lo que dice ser, y si todo a sido una farsa por su parte... No dispongo de tiempo para averiguar más sobre la Condesa pero tengo una corazonada doy el aviso y avanzamos tras los pasos de la Condesa.Estamos lo bastante lejos para no ser descubiertos pero lo bastante cerca para saber a dĂłnde se dirige, llevamos varias horas de camino, como suponĂa no va al palacio para hablar con el rey, tampoco ha tomado la direcciĂłn de la marq
Tres malditos dĂas lleva dormida, no parece que vaya a despertar pero al menos sigue aferrándose a la vida.No me he movido de su lado, he dado las Ăłrdenes pertinentes para que hagan lo mismo que le hicieron a Alessandra se lo devuelvan a ella.Gracias a la confesiĂłn del carcelero se que la alimentaban una vez al dĂa, con un pedazo de pan duro y agua que le lanzaban, ahora entiendo lo de la infecciĂłn pulmonar que padece.Hoy se ha quedado con ella Wilson y Marie, además he dejado a cinco de mis hombres protegiendo la casa, es hora de que ajustemos cuentas esa señora y yo. Se arrepentirá del dĂa en el que decidiĂł hacer una vendetta en mi contra.El olor a muerte es insoportable, tengo una leve idea de dĂłnde proviene. Ya que la Ăşltima vez que estuve aquĂ el olor solo era orines y a humedad.Pido al guardia que custodia la puerta que la abra, cojo una antorcha y enfocĂł el bulto que hay en el camastro, doy un paso y veo correr a las ratas por lo que veo no queda mucho de lo que una vez f
Han pasado siete dĂas desde que abandonamos mis tierras, los caminos están llenos de gente que busca huir de una guerra sin sentido.Las noticias que nos llegan de la capital no son buenas Eduardo en su afán de superar el dolor de la perdida de su hijo y su mujer ha declarado la guerra al paĂs vecino, lamentĂł mucho escuchar eso, me costĂł tanto firmar un tratado de paz con ellos para que ahora de la nada la guerra vuelva a nuestras vidas. A lo largo de los años he aprendido que en una guerra no hay vencedores ni vencidos, una guerra solo trae muerte, caos y destrucciĂłn. En los dos bandos se pierden vidas y en los dos vidas inocentes.Llegan rumores de que el rey mando a quemar a su esposa aĂşn viva, en su locura de limpiar la enfermedad del reino, si tan solo supiera que su adorada condesa es la culpable de todos sus males. TambiĂ©n se rumorea que está buscando nueva esposa entre las nobles solteras, dicen que busco a Sophie para hacerla su esposa pero al no encontrarla por ningĂşn lado,
🌡️🔥Hay tantas cosas que no entiendo, hay tantas cosas que me oculta Flavio, no se lo dicho pero lo se! tambiĂ©n se que no me quiere ver sufrir por eso intenta manteneme en una burbuja de cristal, protegiĂ©ndome de todo y de todos. En fin por el momento no harĂ© nada, todavĂa me siento muy cansada para pelear con Ă©l.Su hermana es muy agradable, me ha gustado hablar con ella, lo que no me ha gustado tanto es que no me deje dormir con Flavio, a su lado me siento segura y no en esta habitaciĂłn extraña y vacĂa.Me meto en la cama lo mejor será intentar dormir aunque estoy un poco nerviosa con el tema de la boda. CĂłmo serán los padres de Flavio? Les gustarĂ©? Y sino es asĂ? Vaya las preguntas se amontonan en mi mente creo que será una larga noche.Noto como alguien intenta abrir la puerta pero no puede, creo que este hombre no se va a rendir lo que no sabe es que su hermana ha cerrado con llave. Me ha dicho que si necesito algo toque la campanilla y uno de los sirvientes vendrá a abrir la h
Estos tres dĂas aquĂ han pasado demasiado deprisa, hoy es el dĂa de mi boda, se que no deberĂa estar nerviosa ya que no es como si no estuviera ya casada ni nada por el estilo. Solo que la primera vez no tuve una boda, solo firme en un papel al lado de Wilson.Está boda es diferente, todo el jardĂn está adornado, veo como la gente servidumbre corre de un lado a otro, me parece que no va a ser una boda sencilla, sino algo más pomposo. Yo habrĂa deseado lo primero, incluso que mis hermanas pudieran disfrutar tambiĂ©n de este dĂa, pero se que no somos de la misma clase social. Ellas de seguro que no serĂan buen recibidas.Dos sirvientas han subido a la habitaciĂłn, me han traĂdo el desayuno, me han preparado el baño, me han arreglado el pelo y me han maquillado, tambiĂ©n me han puesto el vestido de novia, la verdad es que me veo hermosa pero siento si como el reflejo del espejo reflejara a otro persona. RespirĂł profundo y bajo las escaleras, George me está esperando en la entrada, el será
Antes de terminar la boda, tuve que retirarme a mi dormitorio, habĂa sido un dĂa bonito pero con muchos nervios. Estaba agotada, está mañana cuando me he despertado Flavio ya se habĂa levantado, la cama estaba vacĂa, pero a mi lado habĂa una rosa roja, fue un detalle tan bonito que apenas si podĂa dejar de sonreir.Nose muy bien que hora debe de ser, bajo al comedor, allĂ están sentadas Amelia y la señora mayor que vĂ en el baile.— Buenos dĂas— digo mientras tomo asiento.La sirvienta me sirve el tĂ©, y cojo una pieza de fruta. Iba a coger una tostada pero solo con olerla he sentido una arcada.Siento la mirada de la señora mayor clavada en mi. Es una sensaciĂłn incĂłmoda, ella comienza a hablar con Amelia y parece olvidarse por completo de mi. En otras circunstancias eso me harĂa sentir mal pero en estos momentos agradezco su indiferencia.Termino de desayunar y me disculpo, subo a mi habitaciĂłn y cojo mis Ăştiles de estudio. Bajo a una pequeña sala y me pongo a escribir, una vez que tĂ©