Él me sujeta por la nuca con una mano, mientras con la otra guía mi cabeza hacia abajo.
—Saca la lengua, cariño.
Obedezco sin chistar, deslizando la lengua sobre la punta y saboreando su regusto salado.
—Buena chica —murmura con un tono lleno de placer.
Envuelvo la punta con mis labios y la chup