Capítulo 28

¡Fiorella! ¡Fiorella! ¡Fiorella!

¡No tú, mi amor, no tú!

Gritaba en silencio con todas las fuerzas posibles de mi alma entera porque había perdido la voz repentinamente, por eso el miedo invadió mi ser por completo quebrándolo en dos.

¿Quién era tan cruel como para querer hacerle daño a un ángel?

Luchaba internamente en la oscuridad, deseaba poder alcanzarla porque ante mis ojos Fiorella apareció como una revelación divina, vestía de blanco, brillaba en todo su esplendor mi hermosa Fiorella, se había convertido en mi propio milagro personal. Yo me encontraba en la tierra, ella en el cielo y flotaba o tal vez volaba pero lo cierto era que por más que intentara estirar mi mano, saltar, o incluso usar una escalera hasta ella, se alejaba más y más, era como u de esos globos de los deseos, esos que echas a volar al firmamento aferrados a que entre más alto vuelan tus deseos se cumplirían con pronta rapidez, pero cada vez que procuraba alcanzarla, ella se alejaba, haciéndose peque
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App