Regina se cruzó de brazos, mirando desde arriba: —¿Qué denuncia?
—¡No te hagas la tonta! Todas las inspecciones de los otros laboratorios salieron bien, solo el de Lucía recibió orden de reforma. ¿Te atreves a decir que no tienes nada que ver?
Regina sonrió con malicia: —Estoy muy ocupada, apenas tengo tiempo para escribir informes y artículos, ¿crees que me molestaría en pelearme con unos niños? Aunque... no sé si otros lo habrían hecho.
Después de todo, con tantos estudiantes, era normal que alguno no soportara a Lucía y los suyos, ¿no?
—Te estás volviendo cada vez más atrevida. Actuar por tu cuenta sin consultarme, ¿ya no me respetas?
Regina frunció el ceño: —¿Me has llamado solo por esto? ¿Qué pasa? ¿Vas a defender a los estudiantes de Ana? Ja, eso no es propio de ti, director Andrade.
Lucas soltó una risa fría: —¿Crees que tus pequeños trucos son muy ingeniosos? ¡Son estúpidos!
—Esta inspección fue realizada conjuntamente por la universidad y los bomberos del distrito. No me impor