—Todavía no —respondió Daniel.
—¡Ah, ya entiendo! Sigues intentando conquistarla, ¿verdad? —Daniel guardó silencio mientras los otros chicos interpretaron su silencio como una confirmación—. ¿Cuánto tiempo llevan conociéndose?
Daniel meditó un momento antes de responder: —Más de un año.
—¡Vaya! ¿Todo ese tiempo y aún no has logrado nada? Hermano, ¡qué decepción! Con lo alto y guapo que eres, ¡qué desperdicio!
Daniel solo pudo suspirar con resignación.
—Escucha, te voy a compartir un truco infalible que te garantizo que funciona con el noventa y nueve por ciento de las mujeres...
Aunque Daniel aparentaba no prestar mucha atención, cuando el otro comenzó a explicar, inconscientemente aguzó el oído.
De regreso, Lucía iba comentando entusiasmada: —Profesor, esa jugada fue increíble... y esa postura...
Mientras caminaba, hacía gestos imitando los movimientos sin dejar de hablar. Daniel la seguía de cerca, respondiendo ocasionalmente con monosílabos, manteniendo una sonrisa constante.
Al pas