— ¿Hay algún problema con la reservación? Está tardando demasiado — Allegra le dijo en baja voz al actor.
— No, con nuestra reservación no, pero si con la actitud de la gente, hay personas muy prepotentes que creen que porque están pagando un servicio tienen el derecho de gritar, ofender y amenazar a los demás.
— No te entiendo, ¿Qué sucedió?
— Una mujer a la que se le ve la clase por encima, pero no la clase educada, sino la adinerada, vino a hacer un estúpido reclamo y lo enfatizo como si tuviera la importancia de la cura de un enfermo terminal.
Allegra suspiró, estaba acostumbrada a ver esa clase de reacciones en muchas personas que conocía.
— Lo sé, a veces la gente con dinero piensa que puede tener el control de todo y de todos, es triste que vean las cosas así…
El joven recepcionista alz&oa