Sophia subió al escenario y comenzó su interpretación. Encarnó a la personalidad principal con naturalidad, pasando de la alegría a la ira y luego a la tristeza en un ritmo perfecto. De repente, sin previo aviso, se transformó en otra persona, indómita e impredecible. El aire en la sala se volvió pesado. El público apenas respiraba.
Entonces se detuvo. Sus ojos se desviaron hacia Michael, al costado del escenario. Por un instante, sus emociones se desmoronaron.
Había luchado tanto por dejarlo en el pasado, por borrar cada recuerdo. Sin embargo, el pensamiento atravesó sus defensas. ¿Quién era la mujer con la que él había tenido un hijo?
Bianca notó el cambio en Sophia, y un nudo de preocupación se apretó en su pecho. Desde su asiento susurró:
—Algo anda mal con la actuación de Sophia…
Su miedo se había cumplido.
La presencia de Michael la estaba perturbando.
Desde un lado, Bianca apretó los puños, con el pecho contraído mientras miraba el escenario.
Sophia tropezó un instante, pero rá