El alboroto se hacía cada vez más fuerte. Incluso Bianca se sentía irritada por lo que estaba ocurriendo.
Pero no era el momento de cuestionar nada. Sophia ya había subido al centro del escenario, lista para comenzar su actuación.
La interpretación de Sophia fue muy distinta a la de los demás. Caminaba con dificultad, sin rastro de tristeza en su expresión. En su rostro había determinación.
Dio la espalda al público, con una postura cargada de soledad. De repente, se giró, con una leve sonrisa en los labios.
—¡No se rindan! ¡La victoria será nuestra!
Sin previo aviso, Sophia corrió hacia adelante, sujetando un artefacto explosivo imaginario.
—¡Edenfield logrará la victoria! —gritó, antes de desplomarse en el suelo.
El lugar quedó en silencio un instante, y luego estalló en aplausos atronadores.
La actuación de Sophia fue sobrecogedora. Su representación del sacrificio de un soldado por la victoria de Edenfield fue tan vívida que dejó huella. La mezcla de tristeza y alegría al final, j