Blake se quedó quieto un momento, sin saber qué decir. La escena frente a él no era lo que esperaba. Las dudas empezaron a colarse en su mente. Tal vez se había equivocado por completo. Quizá Reese realmente había sido tomada por sorpresa… y Dave simplemente tuvo la suerte de salir ileso.
—¿Fan obsesionado? —repitió Blake, confundido.
—Ayer, Reese fue secuestrada por un fan obsesionado —dijo Bianca, de pie con los brazos cruzados y una clara expresión de disgusto—. Ya sabes que en muchos hoteles, si no eres huésped, ni siquiera puedes llegar a las habitaciones.
Blake guardó silencio al principio, pero un atisbo de comprensión cruzó su rostro. La tensión en su pecho empezó a disiparse. Tal vez Reese no lo había traicionado. Tal vez sus dudas habían crecido porque no habían hablado, y había dejado que sus propios pensamientos se apoderaran de él.
Enderezó la espalda, evaluando la situación rápidamente. Esto no había terminado. Aún podía darle la vuelta.
—Está bien, es culpa mía —dijo co