—La verdad es que… en aquel entonces tenía miedo de que me vieras con desprecio. Que te alejaras de mí. Yo fui quien te salvó, pero de algún modo… sentí que era yo quien te había hecho daño. Yo también soy una persona, y mi orgullo… es frágil, como el silencio que había entre nosotros.
Sus palabras sinceras tocaron algo profundo en Diana. Se sintió sacudida, confundida.
Hubo un tiempo en que su corazón latía por Brandon, ese chico que antes parecía inocente pero que ahora se escondía detrás de una imagen despreocupada. Diana había construido un muro a su alrededor, repitiéndose que los sentimientos de él no significaban nada.
Pero al escucharlo confesar así, se quedó congelada. Era como estar en medio de su pasado y su presente, ambos chocando de golpe. ¿Cómo podía entender lo que sentía? ¿Cómo saber qué significaba Brandon realmente para ella?
—Yo… yo…
—Tómate tu tiempo —dijo él con suavidad, soltándole la mano para darle espacio—. Esperaré a que tu corazón decida.
Justo cuando sus p