La expresión de Dave se mantuvo igual mientras respondía de manera casual:
—Cuando mencionaste regresar a la casa de tu padre de repente, me sentí inquieto. Y anoche, durante nuestra llamada telefónica, tu tono sonaba extraño. Me preocupé por ti y sentí que tenía que comprobar cómo estabas. Nunca pensé que realmente pasaría algo.
Bianca hizo un puchero juguetón.
—¿De verdad somos telepáticos o algo así?
Dave soltó una risa suave.
—También tengo una pregunta para ti.
Bianca asintió.
—Claro, adelante.
Con tono serio, preguntó:
—¿Alguna vez pensaste en lo que haría yo si algo te sucediera durante todo esto?
La expresión de Bianca se volvió seria.
—Sí, lo he pensado.
—¿De verdad? Tengo curiosidad por saber lo que pensaste —dijo Dave, levantando una ceja.
Después de una breve pausa, Bianca desvió la mirada, incapaz de mantener la intensa mirada de Dave. Murmuró:
—Una vida es mucho tiempo. Es fácil olvidar a alguien. Tal vez estarías triste por un tiempo, pero con el tiempo, t