—¿Qué pasa? —Bianca sintió un nudo apretado en el estómago.
—Han encontrado al hijo de Marisa, y le tomaron las huellas dactilares a Stacey. Ese mensaje de voz fue una confesión. Ahora la evidencia es sólida. Stacey ha sido arrestada, esta vez no se saldrá con la suya.
—¿De verdad? —Bianca se enderezó con emoción—. ¿Encontraron al niño? ¿Dónde estaba? ¿Cómo está?
Leonel suspiró pesadamente, su voz llena de ira.
—No lo logró. Encontraron su cuerpo en un río, lejos de Edenfield. La policía dice que se asfixió. Nunca imaginé que Stacey pudiera ser tan despiadada, ni siquiera ahorrándole la vida a un niño de tres años.
Bianca sintió una profunda tristeza.
—Por cierto, Bianc, la policía dijo que necesitan que confirmes la declaración y preguntaron cuándo estás disponible.
Bianca se sorprendió. Si la policía la necesitaba, debía ir de inmediato. ¿Realmente necesitaban comprobar su agenda primero?
Sin pensarlo mucho, dijo:
—Iré ahora.
Se levantó y se vistió rápidamente. Cuando sali