Cuando terminó la llamada, Leonel cruzó los brazos y miró a su madre con una expresión de complicidad.
—Entonces, ¿Bianca aceptó venir hoy?
Madison sonrió con picardía.
—¿Cuándo no he conseguido lo que quiero? —respondió con confianza.
—¿Y cómo planeas hacerlo esta vez? —preguntó Leonel, curioso.
Madison alzó la ceja con una sonrisa astuta.
—A veces, hay que dar un paso atrás para avanzar. Primero, hay que terminar la relación de Bianca con su novio. Después, Blake tendrá su oportunidad.
Leonel ladeó la cabeza, escéptico, y se marchó rumbo al instituto de investigación.
Esa tarde, después del trabajo, Bianca salió de la oficina. Ya le había dicho a Dave que visitaría a su madre y que no la esperara despierto.
Justo cuando estaba por tomar un taxi, Blake apareció a su lado.
—¿Vas a casa, Bianc? Está de camino para mí. ¿Te llevo? —ofreció con tono relajado y una leve sonrisa.
Normalmente, Bianca habría aceptado, pero con todo lo que había pasado últimamente, prefirió mantener cierta dis