Con el teléfono en la mano, Dave miraba seriamente por la ventana.
Si no fuera por la constante vigilancia de su abuelo, pasaría cada día con Bianca.
Por ahora, debía cumplir con las expectativas de Lucas, colándose en su vida a escondidas, siempre en la noche.
Necesitaba encontrar una forma de convencerlo de no forzarlo a casarse con Skylar.
Cuando el coche de Dave entró en la Villa Evans, vio que Lucas ya lo esperaba.
Estaba sentado en el sofá del salón, como si supiera que regresaría temprano.
Skylar, siempre atenta, apareció con una manta en las manos. Se arrodilló a su lado y le dijo con suavidad:
—Aquí tienes, abrígate. Hace bastante frío. ¿Te siguen molestando las piernas?
Lucas negó con la cabeza, agradeciendo su gesto.
En ese momento, Dave entró a la escena familiar.
—¿Volviste temprano hoy, Dave? —preguntó Skylar, sus ojos brillaron al verlo. Se levantó rápido para quitarle el abrigo.
Pero antes de que pudiera acercarse, Dave lanzó su abrigo al sofá con fuerza, haciendo un r