Al parecer, no tendría que enfrentarse directamente a Dave.
Al día siguiente, en la sede del Grupo Phoenix Alliance.
Apenas Dave se sentó en su escritorio, notó un sobre blanco encima del montón de carpetas. Como siempre.
Pero ese sobre tenía escritas dos palabras: carta de renuncia.
Lo abrió y vio que estaba firmada por Justin.
—¿Qué está pasando? —pensó mientras la leía con detenimiento.
El tono era firme y claro, no dejaba espacio para rechazos. Justin hablaba con sinceridad, dejando en claro su deseo de abandonar la empresa.
Frunciendo el ceño, Dave tomó el teléfono sobre su escritorio.
Un minuto después, Justin abrió la puerta y entró.
Tenía una curita en el rostro. Su expresión cansada y abatida contrastaba con su actitud enérgica y vivaz de siempre.
Había algo en sus ojos que revelaba una lucha silenciosa.
Dave lo miró brevemente, luego bajó la vista y continuó revisando documentos.
Preguntó con indiferencia:
—¿Qué te pasó en la cara?
Justin dudó, buscando las palabras correcta