Tamara acercó directamente el celular a la cara de Felipe:

-Mira, fíjate bien en cómo trata realmente tu tan respetada cuñada a Lucía.

Felipe tomó el celular y echó un vistazo al mensaje. Con solo una mirada, levantó la vista hacia Tamara:

—¿Y qué tiene esto de raro?

—¿Qué? ¿Me preguntas qué tiene de raro? —Tamara explotó—. Oye, Felipe, ¿acaso no terminaste la primaria?

—Es una provocación descarada, ¿y me preguntas qué tiene de raro?

Tamara estaba furiosa y le arrebató el celular de la mano.

—Ven, yo te lo explico.

Estaba a punto de estallar.

¿Es que él tenía problemas de comprensión o qué? Jenifer había provocado así a Lucía y él todavía preguntaba qué tenía de raro.

Tamara miró el celular con rabia.

—Escucha bien, "Lucía, todo es culpa... ¿mía?" ¡No puede ser!

Hace un momento el mensaje no decía eso. Tamara revisó con más cuidado y se dio cuenta de que Jenifer había eliminado el mensaje anterior.

Enseguida envió otro:

"Lucía, todo es culpa mía. Si quieres culpar a alguien, cúlpame