CAPÍTULO 36

Al día siguiente me costó mucho levantarme por el enorme cansancio que me había provocado el paseo a la playa y después la divertida cena y el maratón de la saga de Harry Potter; pero tuve que hacerlo porque debía asistir a mi trabajo.

La mañana era calurosa; el sol pegaba con toda su fuerza; el cielo despejado lucía su intenso color celeste, sus matices eran perfectos, algunos claros, otros oscuros pero hacían una armonía admirable.

Caminaba hacia la panadería, era sábado y preferí decirle a Me

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