Max abrió los ojos, le costó enfocar.
Su teléfono vibraba, colocado sobre una mesa de noche, el zumbido le molestaba.
Consideró que anoche bebió más de la cuenta, pero a la vez sabía que pudo haber bebido mucho más. De hecho, de ser otra la circunstancia, no estaría solo en esa cama.
Alcanzó el móvil. Divisó la fecha y la hora: primero de enero, 11:15 de la mañana. Luego, su vista se clavó en el centro se la pantalla, varias notificaciones se concentraban allí.
Abrió la bandeja de avisos, Peter escribió: "debemos hablar. ¡Despierta!" No abrió el mensaje, pudo leerlo por encima y ese era tan solo uno de los tantos textos enviados por él, descartó el resto.
B.J avisaba en otra casilla: "Señor, estamos atentos a lo que usted nos diga". Fue eso lo que llamó su atención. Frunció el ceño y restregó su mano por la cara, desperezándose.
También, encontró un mensaje de Carla y fue ese el que prefirió abrir. Dicho texto llevaba consigo un enlace adjuntado y al ver de qué se trataba, se sentó en