Día de la ceremonia de Jordan
Jórdan y los hombres salieron a cazar, lograron atrapar y derribar una avestruz, recolectaron frutas y los más jóvenes se encargaron de limpiar y llevar los alimentos.
Uno de los ancianos se paró recto y vio la hora en la sombra.
— Es la hora de la puesta del sol. — Informó haciendo señar a los demás.
— Jórdan, el destino te trajo a estas tierras desconocidas para muchos, pero muy conocidas por nosotros, tenemos costumbres ancestrales, milenarias, tu ahora vas a conocer la unión sagrada en nombre de nuestra diosa luna y el rey Sol.
— Mientras esté aquí con ustedes, seguiré y respetaré las reglas y costumbre de esta etnia.
— Perfecto, ya las mujeres están preparando a la que será tu luna, y te unirás en sagrada unión a ella, ya que de esta unión brillarán estrellas que alegrarán sus días.
— ¿Que tengo que hacer?
— Primer limpiar no solo tu cuerpo, también purificar tu alma, ve ahí bajo esa cascada.
Jórdan hizo todo lo que los ancianos le indicaron, hizo