Cinco meses atrás.
Fabrizzio despidió a Jórdan para que viaje en busca de su hija Julianne.
— Cuida a mis princesas amigo, que traeré la tuya sana y salva.
— Siempre confío en tu profesionalismo, llamaré a mi hija para que esté pendiente. Buen viaje.
— Gracias. — Jórdan salió con destino al aeropuerto privado de los Ferrari para viajar ese día.
Fabrizzio habló con Julianne y luego de un rato se despidieron, después de la información del nuevo piloto.
— ¡Papi! ¿Ya enviaste al piloto?
— Si princesa, está a tu disposición.
— Bueno papi, cuando salga te llamo nuevamente, ya muero por estar ahí con ustedes.
— Te esperamos princesa.
Colgó la llamada y fue lo último que escuchó de ella.
Las horas pasaron, ya era tiempo de que el jets esté en el aeropuerto privado.
— Mericci, no me gusta este retraso, y no hay información del vuelo tendré que ir al aeropuerto y averiguar lo que sucede.
Fabricio y Mericci fueron al departamento de control y fue donde me dijeron lo ocurrido con el jets.
— No pu