Julianne Charlotte Ferrari, una joven multimillonaria tiene una noche de chicas en la que se aventura en una apuesta, tener una noche fugaz con un apuesto desconocido. Jórdan L'Blank, un viudo solitario apuesto, que se encuentra en la mira de una apuesta para una noche, din imaginar que el destino les depara una aventura en una isla desierta. Descubre cómo Julianne Ferrari y Jórdan L'Blank, se reencuentran y terminan en una isla donde nace su historia de amor
Leer másAPUESTA POR UNA NOCHE
Eran las diez de la noche Julianne Ferrari y sus amigas, Paulina y Virginia se disponían a disfrutar de su último día en Berlín. Se habían graduado en la facultad de derecho, saldrían a festejar el cumpleaños de Julianne, y su graduación. Se preparaban para pasar la noche más divertida, pues en todo el tiempo que estuvieron en Alemania su dedicación fue al cien por ciento a prepararse para ser la mejor de las abogadas. Una broma, una apuesta, y solo bastó una noche, para sellar su destino con un hombre que creyó no volver a ver en su vida, —Júlians date prisa, mirá la hora que es. —casi gritaba Paulina, mirando el reloj. —Ya casi estoy, un momento más. —Por dios mujer, de por sí ya eres muy hermosa, ¿ que tanto te arreglas? —Me conoces y sabes que no me gusta salir simple, primero muerta que mal arreglada, a todo esto, yo no debería frecuentar esos lugares, perdería mi reputación.- Habló con sorna. —Julianne Charlotte Ferrari, con quién crees que vas a ese lugar, es muy elegante y exclusivamente para gente como nosotras, jovenes, esta noche conseguirás un macho, así sea por esta noche. Los toques de los tacones se escucharon en el suelo al andar de Julianne, se paró frente a ellos, una pelinegra despampanante, de ojos negros vestida con un muy sexi vestido rojo, de lentejuelas. Todos quedaron con la boca abierta al verla. —¿Pero que carajos te hiciste? ¿Donde esta mi amiga Julianne, que le hiciste ? —Nada que ver conmigo este personaje, ¿verdad? —Me gustas más cuando tienes tus ojos azules y tus cabellos rubios. —Le dijo Virginia sonriente. —Bueno pelinegra o rubia, eres la misma amiga hermosa que tenemos, ya vamos que Felipe nos espera abajo. Se apresuró Paulina. Quince minutos después ya estaban bajando al auto para dirigirse al club nocturno en el centro de la cuidad. Llegaron y la entrada estaba a full. —Esperen un momento, voy a llamar a Misha, el nos está esperando. Virginia tomó su celular y en menos de dos minutos Misha su novio ya estaba haciendo que ellas entren al club. —¡Esta noche será inolvidable!. — Habló casi a gritos Paulina a sus amigas. —Apuesto a que si, y más si Julianne nos acompaña. Julianne se adentró en la pista era la primera vez que estaba en ese tipo de lugares, su único objetivo en la vida era convertirse el la mejor abogada del país, llevándole la contraria a su padre que deseaba fuera una reconocida doctora. La música sonaba, todos bailaban al son del ritmo pegante. Virginia y Paulina bailaban con sus parejas mientras Julianne se movía sensualmente en el centro de la pista, sentía una mirada penetrante, y pudo ver hacia donde estaba ese hombre, levantó su basó en señal de brindis, pero Julianne desvió la mirada. —Te come con la mirada, ¿Lo viste?está bien bueno. —expresó con picardía Paulina, y Virginia miró y sonrió. —No me interesa que sabor tiene. —Respondió sarcástica Julianne. —¿Es en serio? Dices que los de nuestra edad no te gustan, por que según tu son inmaduros, ahora, se te presenta un maduro y no lo quieres probar. —renegó Virginia blanqueando los ojos. —Te voy a decir algo, a mi llega quien yo quiero que llegue, no quien quiera llegar, y si yo quiero, lo pruebo, y lo dejo y ya, ¿Cuan es el problema? —El problema es que no te atreverías ¿O si? ¿Que dices tu, Pau? —Virgen, tu sabes cómo es ella, no lo hará nunca. —Habló Paulina mirandola. —Voy lo pruebo y lo dejo. —¿Apuestas conmigo virgen? Yo voy a que no se atreve —Pues yo le di teoría de buenos modales a mi amiga, uno come y no deja rastros. Está noche es ver si pasa el exámen. Así que yo sí voy a qué si lo hace. No me harás quedar mal. ¿o si? Eres tú la que debería llamarse Virgi aquí. —En verdad ustedes están loca, apostando si perderé mi virginidad. Todas rieron, Felipe y Misha se acercaron y luego pasaron a la sala VIP, donde seguían riendo, bailando y bebiendo. Al rato de estar ahí, Julianne fue quien decidió salir, estaba sola mientras sus amigas bailaban abrazadas a sus novios. Jamás se dio tiempo a tener uno. —Pau voy al baño, ya regreso. —le dijo al oído Julianne. Salió de la sala, bajó las escaleras y fue por los pasillos donde estaba una fila interminable. —¡Carajo! Como se me ocurrió venir a este lugar. —Se maldijo a si misma. El humo del lugar era asfixiante, miró a los lados, como buscando una salida hasta que la encontró. Caminó hasta estar fuera de ese ensordecedor ruido. —¡UF! Nada como un poco de tranquilidad. —¿Hablando sola? —Una voz magnética la sacó de sus cavilaciones, se giró y vio entre las sombras una figura sexi. —Es mi problema el que hable sola. Julianne intento irse al ver que era el hombre que la miraba en la pista. y una fuerte mano la detuvo. —Bailas muy sensual, me encantas. Unió sus labios y le robó su primer beso, el sabor del whisky en su boca la embriagó y correspondió a ese beso, y en un impulso mordió el labio del hombre. —Niña malcriada. —Habló limpiándose la sangre con su pulgar y sonriendo de lado. —Y tú idioma entrometido, déjame sola. Aquel hombre se acercó más a ella la agarró por el brazo y la apegó a él. —Niña malcriada, ¿no te enseñaron a respetar a tus mayores? —¡Suéltame! Claro que respeto a mis mayores pero tú no estás en ese circulo. ¡Suéltame! —Intentó zafarse del agarre pero esa cercanía la descontroló, el aroma amaderado mezclado con el olor a whisky le lleno las fosas nasales. —¡Dios! Es muy atractivo. La cercanía hacia que sus alientos se mezclarán, la intensa mirada de él logró desestabilizar a la fría mujer inquebrantable ante todos. —Eres hermosa. —Susurró entre sus labios la tomó por la nuca y unió su boca a la de ella. Julianne trato de zafarse pero no lo logró, esa lengua se abrió paso nuevamente en su boca y eso le causó un frio estremecimiento en todo su cuerpo. Ella quiso resistirse pero se dejó llevar por las sensaciones que recorrían su cuerpo y respondió al beso enredando sus dedos en esos cabello que tenía destellos platinados. El alcohol en su sistema era dañino a su cordura, se dejó llevar por el deseo que sintió ante ese ardiente beso y esas manos que recorrían su espalda. La subió a su cintura y caminó con ella hasta llegar a la sala VIP que le pertenecía a él. - No, esto no está bien, yo no. Sus palabras fueron interrumpidas por otro beso que la hizo estremecer, mordió suavemente su lengua, sus labios, bajó por su cuello, bajo una la manga de su vestido y pudo ver un tatuaje de una mariposa imperial en su hombre derecho, volvió a su cuello y bajó a sus pechos, y simplemente cayó en los brazos de la pasion, de ese desconocido. Al día siguiente, en la madrugada despertó algo desorientada, miró su vestido tirado en el suelo, lo recogió muy despacio para no despertarlo, lo miró y lo que veía era algo muy encantador ante sus ojos. " Dios, que hice, pero se ve muy bien, es, es muy sexy, me encantó, ¡Ay no! Ni siquiera se si nombre, mucho mejor así, jamás sabrá quien soy. Fue al baño se vistió cogió sus stiletto y salió caminando casi en uñas. - Adiós mi Adonis sexy, valió la pena lo aprendido. Pero hasta aquí sera. "¡Oh por dios! ¿Y si es casado? ¡Ay no! Que horror, ¿Que hice? Su conciencia era implacable, se hacía preguntas y se respondía, se cuestionaba y se daba aprobación a lo que había hecho. Subió al primer Uber que vio, fue al departamento y entró muy sigilosamente, a punto de poner su pie en el primer escalón. - ¿De verdad estás llegando a estas horas? - Preguntó Paulina. - No, es mi fantasma. ¿Acaso no ves bien? - ¿Dónde te metiste anoche? te buscamos y te llamé mil veces y no respondiste. - Pau, Pauuu. - Dijo apretando sus manos. - ¿Que te sucedió? ¿Acaso tú? ¡No! - ¡Si! - Nooo. ¿Ya? Ahora sí eres experimentada ¡Ay! Bendita apuesta, la gane, comiste y no dejaste rastro ¿Verdad? - Bromeó Paulina riendo. - ¿Como te fue? Cuéntame, quiero detalles. - Fue maravilloso, es un hombre,¡Mmm! - Gimió mordiendo sus labios. - Pero hasta hay, no sé nada de él, y si es casado, no quiero saberlo ni nada, se acabó, una noche nada más . Fin. - Pues claro, nadie te mandó a que vayas a buscar un matrimonio, es solo una noche de aventura nada más. Sonrió mordiendo su labio inferior y haciendo un gesto de negación subió su habitación, se metió al baño y bajó la lluvia artificial cerró los ojos recordando cada caricia, cada roce, cada beso, acariciando sus labios con sus dedos, fue una entrega llena de pasión, a pesar de ser su primera vez y con un desconocido había sido especial. - Hoy me iré de aquí, y jamás sabré quien fuiste, ni como te llamas, pero siempre estarás en mis recuerdos. Adonis. El sonido del teléfono la sacó de sus cavilaciones, miró la pantalla y era papá. - ¡Papi! ¿Ya enviaste al piloto? - Si princesa, está a tu disposición. - Bueno papi, cuando salga te llamo nuevamente, ya muero por estar ahí con ustedes. - Te esperamos princesa. Colgó la llamada y como un huracán arrasando con todo entraron Virginia y Paulina. - Juli, ¿por qué no te quedes una semana más? Julianne las miró achicó los ojos y preguntó - ¿Acaso ya no viajarán conmigo? - ¡No! Decidimos quedarnos una semana más, y entonces volveremos quédate nosotras por favor sí. - Mi padre ya envió al piloto por mí, no puedo quedarme. Además tengo ganas de volver. - Será solo una semana, serán como nuestras vacaciones que no hemos tenido. - Disfruten de sus vacaciones, yo las espero allá. Terminó de arreglar la maleta, tomó sus cosas personales, bajó, se despidió de sus amigos y se fue al aeropuerto.Los meses pasaron, y se convirtieron en años: dos años habían pasado y todos continuaron con sus vidas, Atike, Julianne, Virginia y Paulina, habían creado una fundación para ayudar a los pueblos alejados de la cuidad, y pronto tuvieron el éxito deseado por qué esa fundación ya había llegado a los pueblos de dónde salió Atike, ya contaban con escuelas, centros médicos y una flota de transporte fluvial: donde ellos sacarían sus productos a vender o entregar al la cadena de supermercados que eran propiedad de alvaro en sociedad con Jórdan.—Amor, hacen falta un centro para dictar talleres de varias especialidades como belleza, enfermería, y también la construcción de otra farmacia, la demanda está creciendo y esa que hay es muy porqueña.Poco a poco fueron abasteciendo cada necesidad que se presentaba.Los meses siguieron su curso, dos años más pasaron y ya habían nacido los hijas de Felipe y Virginia. Las gemelas Alondra y Alma.A Misha y Paulina les había nacido niñas Alexandra y Liub
La fiesta de recepción duró el resto de la tarde y noche. Todos disfrutaban, reían hasta que llegó el momento de dar la noticia.—Muy bien familia, mi amor por favor acércate, que tú también eres el responsable de que está familia siga creciendo. —Habló Julianne mirando y sonriéndole a su esposo. Y continuó —Familia quiero compartir otra felicidad y bendición con ustedes, quiero decirles que aquí está creciendo otro miembro de la familia Ferrari Aicardi y todos los apellidos que confirmamos esta gran dinastía.Jórdan la abrazó por la cintura y ella se volvió a su cuello.—Amor, nuestro segundo hijo.—Tercer hijo, por qué jamás olvidaré a mi primer amor chiquito, ese que me enseñó a sentir amor sin conocerlo.—Será nuestro angel, y seguro nos ve desde allá.Unieron sus labios en un beso apasionado.Todos volvieron a felicitar a la pareja, y continuaron con la celebración Las horas pasaron y ya estaban listos para viajar primero a Alemania.Horas de vuelo y llegaron al departamento de
Todos disfrutaban de la estadía en la hacienda, está vez la boda sería diferente, al aire libre del campo capriense, todos de un lugar a otro ultimando detalles con la organizadora de bodas.Jordan miró de lejos a Julianne que reía mientras su pequeña jugaba con Álvaro Jr.—Lograste recuperar a tu mujer, L'Blank, espero está vez no cometas estupideces. —Le habló Álvaro mirando en la misma dirección, donde estaba Atike y Julianne.—No lo habrá hermano, está vez será para siempre.—Hay algo que quiero decirte.—Deme.—Karen fue a verme, quería tu nueva dirección y por supuesto no se la di.—Mucho mejor, no tengo nada pendiente con ella, si desea hablar con su madre ahí está, pero conmigo no tiene nada de que hablar.—No creo que sea algo malo, andaba con su esposo—¿Esposo?—Si, estaban de luna de miel, por una semana aquí en Capri, y quería disculparse.—No hay nada que disculpar, que siga su vida, yo sigo con la mía, no pasó nunca nada entre ella y yo.Las horas siguieron su curso, la
Julianne lo miró, comprendió y recordó la actitud de aquel Galeno que secó el sudor de su frente, y apretó su mano.—¡Sergio te llamó! Jordán yo. El estaba muy enfermo, tuvo una recaída ese día.—Talvez hizo escribir a alguien, pero ese día murieron todas mis esperanzas.Julianne se levantó y casi junto a ella Jórdan.—Esto es un error.—No, no lo es, no te estoy reprochando, solo que ese día entendí que dejaste de amarme, y me fui. Luego empecé a visitar a mi hija a escondidas de ti.Julianne lo miró fijamente, y le dijo algo que el no se esperó.—Perdóname, perdóname por favor, te hice daño, sin imaginar que era yo la que moría cada segundo lejos de tí. Te amo Jórdan, te amo y nunca dejé de hacerlo, viviste en mi todo ese tiempo, al igual que tú quise olvidarme de ti, pero simplemente te escondí en mi corazón, ya no quiero estar lejos de tí jamás.—No tengo nada que perdonarte mi vida, vamos a dejar ese pasado doloroso atrás y desde esta noche empecemos de nuevo.—No, no lo acepto.
Julianne vio a Jórdan subir a su auto y alejarse.¿Cómo era posible que la tratara así, si hacía unas semana le pidió volver con el?Recordó las palabras de su Nana"Si hija, tarde, por qué ni por muy enamorado que este un hombre o una mujer, llega el momento de resignarse y seguir."—¿Será que ya se resignó?—se cuestionó mentalmente."¿Y que querías, que se pasará la vidas tras de ti mientras tú juegas a la indecisa? —le recriminó su conciencia.Recordó la tarjeta que tiro a la basura, entonces comprendió que era él el dueño de esos detalles, cogió el teléfono y llamo a su asistente y le pidió que lea lo que decía en ella."Un jardín de lirios para acompañas a una Magdalena.— ¿Que carajos significa eso? ¿Acaso soy una llorona? ¿Y que no era una invitación?—No señora, eso dice la tarjeta.Los días pasaron y se convirtieron en semanas, y esos días eran iguales, flores, chocolate, mensajes de textos, y por último serenatas, a las que ella salía a la ventana y lo miraba, —¡Eres el am
El viaje fue un poco intranquilo.para Julianne, dormir le costó mucho, a su mente venían recuerdo vividos con Jórdan en aquel paraíso que les escribió la historia más hermosa que ella se hubiera imaginado.—¡Dios! Ilumina mi mente, no quiero volver a equivocarme, por favor. —Pedía en sus pensamientos, y es que a pesar de lo vivido con el padre de su hija, por un momento se sintió extraña frente a él.—Volveré a ti Jórdan, cuando no me sienta así frente a ti, cuando esté sana de mis resentimientos.Jordan no estaba lejos de sentirse peor que Julianne, a pesar de decirle que la amaba sentía que no era suficiente ese amor para los dos. Decidió volver a Capri, por su lado, estaba seguro de lo que quería, ahora le daría tiempo a Julianne de estar lista para el.Se despidió de todos en la aldea y se fue con el firme propósito de reconquistar a su mujer, hacer lo que no sé hizo desde un inicio, cortejarla y enamorarla poco a poco, día tras día.Ya a un mes de Julianne estar en la aldea, cont
Último capítulo