UNA VERDAD OCULTA

MIRIAM

A pesar de mis grandes habilidades con la computadora y mis sistemas de análisis en software, bien sabía que no era una tarea fácil de hacer, en primer lugar por qué tenía unos siete u ocho años que no sabíamos de ellos, en realidad ni siquiera sabíamos si aún se encontraban con vida, en mi caso desde el día que abandoné ese lugar en el que crecí, no volví a saber de ese personaje que me engendró, no sé si al principio mi mente lo bloqueo o realmente poco me interesó su existencia, solo cuando estaba con Antone, cuando platicaba con él me hacía recordarlo, él solo lo hacía con el fin de que lo pudiera superar.

En el caso del papá de Julia, realmente no sabíamos si había salido con vida de aquel maldito infierno de hace ocho años, «¡Ojalá no lo haya logrado!», lo deseé tanto y hasta lo había rogado en más de una ocasión, no quiero pensar que soy mala persona por ello pero ese miserable no merece menos castigo, y si está vivo «¡Ojalá la esté pasando muy mal!»