A Lesley no le más remedio que quedarse en el hospital, Y Abraham y Brandon regresan al aeropuerto al día siguiente, ellos tienen que ir a hacerse cargo de la empresa.

Puestos en la fila de embarque de nuevo, Abraham se da la vuelta y se encuentra cara a cara con Brandon, y una mirada furtiva de amor se mezcla entre ellos, hasta que Abraham se da la vuelta y su cerebrito comienza a dar rienda suelta a su imaginación de nuevo.

—Te va a encantar mi casa, tengo ya muchas ganas de llegar y enseñártela —argumenta mientras caminan hacia delante, para cruzar el pequeño pasillo que les guía hasta el avión.

—Estoy seguro de ello, pero te aseguro que me dormiré nada más tocar el asiento —espeta Brandon, estrujando la mano de Abraham entre las suyas por los nervios.

Abraham mira atrás, y se da cuenta de que Brandon está demasiado nervioso, su frente está muy mojada por el sudor, y él pasa un pañuelo para limpiársele.

—Es la primera vez que subo a un trasto de estos, mi idea era que te queda