Mundo ficciónIniciar sesiónElla ríe suavemente y golpea mi hombro con el dorso de la mano. —Eres un desastre, Lincoln Black.
—Un desastre que te sigue encantando —replico, y sus ojos brillan con un destello travieso.
Durante la cena, la conversación fluye con naturalidad. Hablamos de cosas triviales y de planes futuros, de proyectos de trabajo y de pequeños secretos que solo compartimos entre nosotros. Cada vez que nuestras manos se rozan sobre la mesa, siento una electricidad silenciosa que recorre mi cuerpo.
—No sé cómo haces que todo parezca tan fácil —dice Violet, con un suspiro, mientras se sirve un poco más de vino.
—No hago nada… —respondo con una sonrisa—. Solo estoy aquí, contigo.
Ella me mira, como si estuviera evaluando si puede creerme, y luego se ríe, su risa llena la habitación, ligera y cálida.
Cuando terminamos la cena, no







