Lincoln interrumpe nuestro momento. —Voy a soltar la mano del columpio. Nos dejaremos caer un poco. Habrá una sacudida repentina, pero tu mosquetón, tus clips metálicos, nos mantendrán en su lugar. Así, el equipo de abajo podrá bajarnos al suelo. ¿De acuerdo?—. Me dedica una sonrisa sensual.
—Sí.— Confío en él.
Me suelta y un grito agudo se escapa de mi pecho mientras caemos juntos. Lincoln me rodea los hombros con el otro brazo, atrayendo mi rostro hacia su pecho, inundándome con su aroma picante y ácido. Siento la adrenalina corriendo por mis venas mientras nos balanceamos juntos en el aire. No puedo creer que me haya convencido de hacer esto hoy.
Eres muy valiente, Violet.
—Gracias por apoyarme.—
—Siempre.—
Caímos suavemente al suelo antes de poder intercambiar más palabras.
Solté a Lincoln y estabilicé mis piernas temblorosas, aliviado de estar nuevamente en tierra firme.
Extiendo mis manos hacia delante y vibran como si estuviera parado en un clima bajo cero.
—Violet, lo lograste