Mientras que su madre ya planea el cómo deshacerse de Alejandro, lo que no sabe es que como le dijera su esposo ella aunque no quisiera le dio dos hijos más…y estos, adoran a su padre…
Esa noche acaba la fiesta, todos se marchan de la mansión de Armin, mientras que Armin y Aria se dirigen al hospital para ver al abuelo de Aria y a la bebé, así que cuando llegan ven al hombre anciano cargando a Johanna mientras entona una nana, y Aria recuerda que su abuelo siempre le cantaba esa canción de cuna cuando era pequeña.
-Abuelo – viendo como el hombre levanta la mirada – te quiero presentar a mi esposo
Armin se acerca y toma con cuidado la mano del hombre y este apenas lo observa – ¿te conozco?
Armin se tensiona, pero da una sonrisa – no lo creo mi estimado señor, soy alemán, me llamo Armin Weber
El anciano apenas asienta y vuelve a dedicar toda su atención a Johanna quien duerme, mientras succiona su dedito – abuelo…
-Mi niña – entregando la bebé a su madre – tengo sueño – Aria y Armin dan