Capítulo 31. Insaciables
Brad:
En Ciudad Frontera…
—¡Mi negra bella! —exclamé, abriendo mis brazos, para recibir a esta. Le besé suavemente sus labios, encendiéndose el fuego pasional, de inmediato en nuestros cuerpos.
»¿Cómo te sientes? —Interrogué con desesperación, reteniendo a Jenny en el cerco de mis brazos.
—¡Muy bien, Brad! ¡Extrañándote! —Exclamó ella con sinceridad, levantando su rostro hacia el mío, mirando mis ojos y preguntando— ¿Y a ti, cómo te fue?
—¡Excelente, mi amor! ¡Extrañándote, igual que tú! —exclamé, con una mirada amorosa y profunda.
»¡Voy llegando! —Aclaré— ¿A qué hora sales? —indagué, suplicante.
—Había solicitado redoblar la guardia, considerando que no llegabas hoy —manifestó ella, ronroneando.
»¡Espera! Voy a preguntar a mi compañera, si puede hacer esta guardia por mí, ¡ya vuelvo! —prometió, caminando a pasos ligeros, entrando por la misma puerta que salió.
Ante esto, preferí callar que había solicitado una licencia de varios días para ella, al Director, quien es uno de mis grande