C38- ¿QUÉ RELACIÓN TIENE CON TU PASADO?
Elizabeth aún sentía el sabor de su beso en los labios, como si fuera fuego quemándole por dentro.
—No podía estar un día más sin ti —dijo Gideon manteniéndola en sus brazos, su respiración rozándole la piel—. Te juro que pensé que enloquecería si no te veía.
El corazón de Elizabeth se aceleró hasta dolerle y cerró los ojos un instante, intentando sostener esa sensación que la llenaba y la asustaba a la vez.
—Yo también… —confesó.
Gideon la miró un rato en silencio. Después de hablar con Melinda, la había buscado por todo el castillo y una de las sirvientas le dijo que había ido al manantial. Vino por ella, tenían que hablar, porque había algo en ella que nunca terminaba de encajar, una sombra en los ojos, un peso que escondía detrás de cada sonrisa.
Su hermano Zander tenía razón: Elizabeth no era una simple muchacha cualquiera.
—Eli… —su voz fue baja y seria—. Hay tantas cosas de ti que no entiendo.
Ella se tensó, apartándose apenas un paso, pe