C126-¡CLARO QUE ENTIENDO!
Kael quedó clavado en su sitio, la respiración agitada y los ojos brillando con ese tono ámbar que solo aparecía cuando su lobo peleaba por salir. La escena frente a él lo golpeó como un cuchillo: Rowena, la mujer que era suya, su mate, estaba de rodillas abrazando a otro hombre, llorando por él como si el mundo se le estuviera cayendo encima.
—¿Qué demonios estoy viendo? —su voz fue ronca, cargada de celos y dolor.
Rowena levantó la cabeza, con las lágrimas mojando sus mejillas, y por un instante quiso explicarle, pero el nudo en su garganta la paralizó. Su corazón latía desbocado, no solo por Erik, sino por la intensidad con la que Kael la miraba, como si su pecho estuviera ardiendo.
El alfa apretó los puños y se acercó.
—¿Es en serio, Rowena? Yo… aquí, jugándome la vida por ti, y tú… —su voz se quebró antes de endurecerse— lo abrazas como si fuera lo único que importa.
Ella cerró los ojos un segundo, intentando mantener el control que la caracterizaba.
—No