Cruces de corazones. Capítulo 20. ¿Un sueño premonitorio?
Lucero se levantó de la cama, con lágrimas en los ojos, y comenzó a recoger sus cosas en silencio. Su corazón estaba destrozado por el rechazo de su familia, pero no podía permitirse derrumbarse. Tenía que ser fuerte por ella misma y por el bebé que llevaba en su vientre.
Mientras empacaba, Lucero recordó las palabras reconfortantes de su amiga Dayana. Sabía que no estaba sola y que podía encontrar apoyo en las personas que realmente se preocupaban por ella.
Iba a llamar a Dayana para contarle lo que estaba sucediendo, pero recordó el vínculo de ella con Santiago, seguramente hablaría con Salvador y este le contaría a su gemelo, y realmente no quería obligarlo a atarlo a ella.
Tomó el dinero que tenía guardado y lo metió en su bolso, solo pudo hacer una maleta con las cosas más importantes, cuando iba a salir de la casa su padre, la detuvo.
―Entrégame la llave del auto ―le dijo extendiendo la mano.
―Me lo diste de regalo de cumpleaños ―alegó y él negó con la cabeza.
―Ahora te lo qui