Cruces de corazones. Capítulo 10. Pasión desatada.
Lucero bajó la mirada, sintiéndose acorralada por las palabras de Santiago. Su rostro reflejaba confusión y angustia mientras buscaba las palabras adecuadas para responder.
―Santiago, eso no te incumbe... eso solo le corresponde saberlo, es a Salvador ―murmuró con voz entrecortada.
―Pues que te parece, a mí también, me interesa, por eso quiero tu respuesta, no quiero rodeos, Lucero. Quiero la verdad, sin medias tintas. ¿Lo amas o no? Responde si o no ―insistió Santiago con determinación.
Lucero suspiró profundamente.
―Si Santiago. Amo a Salvador ―confesó con voz temblorosa.
El semblante de Santiago se tornó más serio, porque no se sentía aliviado de escuchar esas palabras.
Él asintió y terminó enfurruñándose.
―Quiero que me dejes solo, ya no te necesito por hoy, ve a tu cena con tus futuros suegros ―pronunció con un tono de amargura.
Ella volteó una vez más a verlo y salió de manera silenciosa. Se sentía extrañada por la actitud de Santiago, si no estuviera seguro de que amaba a Dayan