Alpha Ikender
•Bienvenida•
Respiré profundo, era la segunda vez en el día que vomitaba con frecuencia. Me puse de pie bajando la cadena del escusado. Cepillé mis dientes y arreglé un poco mi cabello.
Hoy me iría de Alemania, Anel y Mark fueron lo más parecido a unos abuelos de los que pude haber tenido.
Ambos tuvieron a Dalia a una edad algo avanzada, su hija tenía veintiséis, después de terminar su carrera decidió ir a cumplir su sueño.
En este tiempo, y después de sentirme realmente apenada, Anel me había comprado varias prendas y artículos que pudiese necesitar. Terminé de hacer mi maleta. El invierno tocaba la puerta de hoja en el bosque, me coloqué un abrigo y bajé.
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—No sabes cu&aa