Samuel apretó los dientes, su rabia contenida mientras preparaba su arma. —Entonces tendrán que luchar para detenernos.
El enfrentamiento comenzó de repente, con disparos que llenaron el túnel de luces y estruendos. El equipo se defendía con precisión, utilizando la estrechez del espacio a su favor. Nicholas lideraba el ataque, mientras que Samuel y Daniel cubrían los flancos.
Alice y Elizabeth mantenían a Dalton protegido, mientras ella buscaba oportunidades para ayudar en la pelea. Dalton, aunque debilitado, se negó a quedarse quieto. Con un esfuerzo extraordinario, tomó una de las armas que había recuperado y comenzó a disparar.
—No me rendiré tan fácilmente —gruñó Dalton, sus ojos ardiendo con determinación.
A pesar de la ferocidad de Alfa, el equipo logró mantener su posición. Pero sabían que esto no podía durar para siempre. El grupo enemigo era numeroso y estaba bien equipado.
Nicholas tomó una decisión rápida. —¡Tenemos que avanzar! ¡No podemos quedarnos aquí!
El grupo comenzó