Nicholas tomó la decisión rápidamente.
—Alice y yo vamos por Dalton. Elizabeth y Daniel, asegúrense de que Samuel tenga una vía de escape.
Alice asintió, lista para avanzar. Mientras Elizabeth y Daniel tomaban una ruta diferente, ella y Nicholas se dirigieron al final del pasillo. Cuando llegaron a la celda, encontraron a los dos guardias y al científico, tal como Samuel había descrito.
Nicholas actuó primero, lanzando un objeto pequeño que emitió un ruido fuerte en el otro extremo del pasillo. Los guardias se giraron hacia el sonido, lo que les dio a él y a Alice la oportunidad de neutralizarlos antes de que pudieran reaccionar. El científico, asustado, levantó las manos en señal de rendición.
—No quiero problemas —dijo con voz temblorosa.
Nicholas lo inmovilizó mientras Alice se acercaba a la celda. Usando la tarjeta de acceso del científico, abrió la puerta y encontró a Dalton sentado en una esquina, encadenado pero consciente.
—Dalton —susurró Alice, su voz llena de emoción conteni