Nicholas ajustó el volante con precisión, maniobrando entre las rocas y las pendientes empinadas. Su experiencia era evidente; sabía que cualquier error podría ser fatal. A su lado, Elizabeth revisaba el dispositivo de rastreo, monitoreando los movimientos de los vehículos enemigos.—No podremos mantener esta ventaja por mucho tiempo —dijo Elizabeth, con un tono que mezclaba urgencia y determinación—. Están ganando terreno.—Entonces tendremos que enfrentarlos —respondió Nicholas con firmeza, acelerando a medida que una curva peligrosa se aproximaba.En la parte trasera, Alice estaba junto a Dalton, ayudándolo a mantenerse erguido. Aunque las heridas físicas y emocionales de Dalton eran evidentes, su mirada reflejaba una determinación que no había mostrado desde hacía mucho tiempo.—No dejaré que me lleven de vuelta —dijo Dalton en voz baja, casi para sí mismo—. Si quieren pelear, les daremos pelea.Alice apretó su mano con fuerza, transmitiéndole su apoyo. —No estás solo en esto, Dalt
Samuel apretó los dientes, su rabia contenida mientras preparaba su arma. —Entonces tendrán que luchar para detenernos.El enfrentamiento comenzó de repente, con disparos que llenaron el túnel de luces y estruendos. El equipo se defendía con precisión, utilizando la estrechez del espacio a su favor. Nicholas lideraba el ataque, mientras que Samuel y Daniel cubrían los flancos.Alice y Elizabeth mantenían a Dalton protegido, mientras ella buscaba oportunidades para ayudar en la pelea. Dalton, aunque debilitado, se negó a quedarse quieto. Con un esfuerzo extraordinario, tomó una de las armas que había recuperado y comenzó a disparar.—No me rendiré tan fácilmente —gruñó Dalton, sus ojos ardiendo con determinación.A pesar de la ferocidad de Alfa, el equipo logró mantener su posición. Pero sabían que esto no podía durar para siempre. El grupo enemigo era numeroso y estaba bien equipado.Nicholas tomó una decisión rápida. —¡Tenemos que avanzar! ¡No podemos quedarnos aquí!El grupo comenzó
—Muy bien, sigamos adelante —dijo Nicholas finalmente, moviéndose hacia adelante con decisión.A medida que avanzaban, el bosque se volvía más espeso, las ramas y raíces amenazando con ralentizar su progreso. Samuel ayudaba a Alice con Dalton, mientras que Elizabeth seguía marcando el camino. El aire nocturno se volvía más frío, y un leve viento comenzaba a susurrar entre los árboles.Después de lo que pareció una eternidad, divisaron la cabaña de cazadores en la distancia. Era pequeña y estaba claramente abandonada, con tablas sueltas en las paredes y un techo parcialmente colapsado. Sin embargo, ofrecía la protección que necesitaban desesperadamente.—Llegamos —dijo Elizabeth, dejando escapar un suspiro de alivio.Nicholas se adelantó para inspeccionar la cabaña, asegurándose de que no hubiera trampas o señales de ocupación reciente. Cuando estuvo seguro de que era segura, llamó al resto.—Adentro. Vamos a organizarnos y decidir qué hacer después.El grupo entró en la cabaña, dejando
—Es peor de lo que pensaba. —Dijo finalmente, bajando los binoculares—. Hay guardias en las torres de vigilancia, drones patrullando el perímetro y sensores instalados en los caminos principales.Elizabeth, revisando su dispositivo desde una roca cercana, asintió. —La configuración es intensa, pero no imposible. Con los puntos débiles que Dalton mencionó, deberíamos poder entrar si actuamos rápido.Samuel, que estaba cargando su rifle con movimientos precisos, se giró hacia el grupo. —Bien, ¿quién está listo para una locura?Alice miró a Samuel y luego a Dalton, su expresión firme. —No vinimos hasta aquí para rendirnos. Estamos listos.Nicholas trazó un plan rápido sobre el mapa que había extendido en el suelo. —Alice, Dalton y Elizabeth irán por el túnel directo al servidor. Manténganse bajos y muévanse rápido. Samuel, Daniel y yo distraeremos a los guardias y los drones. Tendremos que mantenernos visibles el mayor tiempo posible para darles espacio.—¿Y qué pasa si nos detectan antes
Elizabeth, revisando los datos en su laptop, intervino.—Es cierto. Según la información que obtuvimos, hay un nodo de respaldo en una base secundaria. Si consiguen reactivar ese nodo, podrían restablecer la comunicación en cuestión de horas. Necesitamos impedirlo.Nicholas dejó escapar un suspiro mientras miraba el mapa que había extendido sobre una roca cercana.—Entonces nuestra próxima misión está clara. Tenemos que llegar a esa base secundaria antes de que lo hagan ellos. Si destruimos el nodo de respaldo, dejaremos a Alfa completamente aislados. Eso les dará una desventaja significativa y nos permitirá planear el golpe final.Alice miró a Dalton, preocupada.—Pero ¿Qué pasa contigo? Apenas puedes moverte. No puedo arriesgarme a que te pase algo más.Dalton sonrió débilmente, tocando la mano de Alice con la suya.—No te preocupes por mí. Haré lo que pueda. Pero no puedo quedarme al margen mientras ustedes luchan. Esta es mi guerra también.Samuel se puso de pie, ajustando la corre
Alice ayudó a Dalton a entrar al túnel, mientras Elizabeth comenzaba a trabajar en el sistema de seguridad para desactivar cualquier alarma. A pesar de su estado, Dalton se mantenía firme, guiando al grupo con su conocimiento de las instalaciones. Mientras tanto, en el perímetro, Samuel, Daniel y Nicholas comenzaron a atraer la atención de las fuerzas de Alfa. Las explosiones y disparos resonaban en el aire, mientras los guardias intentaban responder al ataque.Dentro del túnel, Alice y Elizabeth trabajaban rápidamente para desactivar los sistemas, mientras Dalton les señalaba la ruta hacia el núcleo operativo. Los pasos resonaban en la distancia, pero el grupo seguía avanzando. Cuando finalmente llegaron al núcleo, se encontraron con una sala llena de servidores y equipos electrónicos. Elizabeth comenzó a trabajar de inmediato, mientras Alice y Dalton defendían la entrada.—Esto será difícil. —Dijo Elizabeth, mientras los datos comenzaban a desplegarse en las pantallas. —Necesitaré ti
238 Cuando llegaron a la cercanía de la base, Nicholas dio las últimas instrucciones. —Samuel, Daniel y yo avanzaremos primero. Cuando comencemos a atacar, ustedes deben infiltrarse en los laboratorios. No podemos perder tiempo. Alice asintió, ajustando el equipo explosivo que llevaba en su mochila. —Lo haremos. Solo mantengan su atención alejada de nosotros. Dalton, aunque seguía débil, tomó posición junto a Alice y Elizabeth, listo para moverse. —Esta será la última vez que tengamos que enfrentarlos. Hagámoslo bien. El equipo se separó. Nicholas, Samuel y Daniel comenzaron a avanzar hacia el perímetro de la base, atrayendo la atención de los guardias con una serie de ataques coordinados. Las explosiones y disparos llenaron el aire, creando una distracción perfecta. Alice, Dalton y Elizabeth aprovecharon el caos para infiltrarse en los laboratorios. Cada paso era cuidadoso, cada movimiento calculado. Cuando finalmente llegaron a los laboratorios, Elizabeth comenzó a co
El aire frío de la montaña comenzaba a disiparse cuando el sonido de vehículos acercándose rompió el silencio del refugio. Un convoy de autos negros, acompañado por dos helicópteros que sobrevolaban el área, llegó al lugar. Los miembros del equipo se miraron entre sí, alertas al principio, hasta que reconocieron el emblema del gobierno en las puertas de los autos. Nicholas se levantó de inmediato, y Samuel se posicionó cerca de una ventana para observar con cautela. —Es el vicepresidente. —Informó Elizabeth, alzando la vista de su laptop. —Parece que no perdieron el tiempo en venir. El primer auto se detuvo justo frente al refugio, y un hombre alto, de traje impecable, salió del vehículo. Era el vicepresidente, un político de presencia imponente pero cálida, alguien que había estado siguiendo de cerca la batalla contra Alfa. Su escolta estaba compuesta por agentes armados y coordinados, cada uno moviéndose con precisión en el perímetro. El vicepresidente avanzó hacia la entrada d