Mi energía era succionada por ese aparato, pero ver como entraba ese vital líquido rojo al brazo de Isaac, no me importaba. Mi corazón palpitaba acelerado de tenerlo ahí a centímetros de mi… podía sentir su calor e embriagarme con su perfume.
—Alana… vamos tienes que descansar… _Me insiste Marchal al mismo tiempo que ordena que me quiten la sondas.
—No.. que hacen… él aún no se despierta. _ miro a todos desesperación, intentando que no me alejen de Isaac.
—por favor Alana… es suficiente… Isaac ya está estable, vamos al palacio para que te relajes y mañana puedas venir a verlo.
Marchal toma mi mano y me saca muy lento ya que yo sigo mirando hacia la cama de Isaac, con deseos de verlo despierto y besarlo por todas esas noches que lo aleje. a medio pasillo me vuelvo a encontrar al Tio Bruce.
Me incomoda un poco la mirada desdeñosa que el anciano le hace a Marchal, por eso lo suelto y sonrió tímida para romper esa tensión, que estoy segura que Marchal no se dio cuenta, ya que seguía