075. COMIENZA EL CAMBIO
AJAX
No fue posible eliminarlos por completo y pronto, nos vimos rodeados por cuatro Renegados.
No importa cuan duro luchamos y nos levantamos una y otra vez, el pelaje de mi Alfa lleno de sangre, más suya que ajena.
Una pata coja con fracturas, el lomo lleno de mordidas y un ojo herido, la cosa pintaba tétrica y si estuviese solo escaparía.
Había que saber cuándo quedarse y cuándo retirarse con honor, pero Amalia estaba allá adentro y ni muerto la dejaba a su suerte.
Esa puerta no la defendería de cuatro Renegados.
Un rugido doloroso se escuchó en el claro al caer, sometidos por tres de ellos, el que quedaba, iba a por mi garganta.
“¡Conall muévete, muérdelos, maldici0n, vamos!”, le grito a mi lobo mirando a la muerte de frente, pero él no me responde.
Esa horrible sensación se vuelve a instaurar en mi cabeza y mi pecho.
“¡No, no, no, ahora no, ahora no! ¡¡Conall, Conall, respóndeme maldit0 lobo!!”
La ira y la impotencia me ahogan, algo primitivo ruge dentro de mis venas y toma cont